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Actualizado: 17 de julio de 2025


Todo en su persona resultaba magnífico y parecía iluminar las cosas con su contacto. Tal vez su rostro estaba más exangüe y anguloso, pero Miguel se imaginó que irradiaba cierto esplendor interno, compuesto de satisfacción y de orgullo. Una especie de máscara impalpable, de envoltura astral, le hermoseaba, dándole una segunda fisonomía, apolónica y triunfadora. Se cruzaron sin saludarse.

Vimos primero los esfuerzos de un hombre lleno de genio, que, entronizándose en Córdoba con su gloriosa dinastía, y con una cultura llena de seducciones, sucesivamente rival y amigo de Carlomagno, disputa al gran organizador de la cristiandad el lauro de civilizador, saca de la rica mina de Bizancio los materiales para su grande obra, y envía la luz sobrante del faro que levantó sobre el Guadalquivir á iluminar la corte del nuevo César.

Entramos al fin en el río, cuyo frescor agradecieron mucho nuestros cuerpos, secos e irritados por el calor y el polvo, y algún tiempo después, cuando comenzaban a iluminar el horizonte los primeros vislumbres de la aurora, ya éramos dueños de la orilla derecha.

Su nombre era célebre en todo el Mediterráneo español; hasta los hombres de mar más rudos é intratables confesaban su mérito. «¡Quedaba el amor!...» Pero Ferragut torció el gesto al pensar en él. Lo había conocido, y no deseaba encontrarlo otra vez. El amor suave de una buena compañera, capaz de iluminar la última parte de su existencia con una luz discreta, acababa de perderlo para siempre.

Desde que el sol empezó á iluminar el panorama del Magdalena abajo de Mompos, fue haciéndose mas notable la aglomeracion de poblaciones sobre las márgenes del rio. Así, aunque este ha perdido mucho de su majestad por la gran disminucion de sus aguas en el canal de Loba, las orillas interesan mas porque revelan la existencia de la sociedad, casi nula en el trayecto que media entre Regidor y Nare.

No duró mucho el imperio de las tinieblas; el cielo, obscuro y sombrío, fue aclarándose, y la luna, amarilla, enorme, apareció por encima de un montón de nubes y comenzó a iluminar fantásticamente los acantilados negros de la costa y a brillar con reflejos y cabrilleos en las olas. Vamos a tener lluvia dijo el patrón señalando la luna, rodeada de un halo rojizo.

Volvió, no cuándo, a iluminar turbiamente mi espíritu la noción de la vida; sentí un frío intensísimo, y sólo este accidente me dio a conocer la propia existencia, pues ningún recuerdo de lo pasado conservaba mi mente, ni podía hacerme cargo de mi nueva situación. Cuando mis ideas se fueron aclarando y se desvanecía el letargo de mis sentidos, me encontré tendido en la playa.

El castellano, pudo iluminar poco, ó nada, mis investigaciones, dando mis preguntas el único resultado de saber, que el matandá tuvo una especial predilección por unas ruinas que se descubrían en la margen del río. Dichas ruinas, cubiertas en su mayoría de brozas, musgos y malezas, muestran en su antigua argamasa las señales de un incendio.

Comienza este severo y desnudo estilo á dar indicios de su existencia en España con las construcciones de Gaspar de Vega en Uclés y en Madrid, y las del P. Bustamante en Toledo, notables por su gran sencillez y pureza de líneas, mas no se desarrolla plenamente hasta la época en que para la construccion del Escorial, cuna y escuela futura de esclarecidos artistas, trae Felipe II de Italia á Juan de Toledo y suscita al renombrado Juan de Herrera, elevándole en su munífica proteccion á tanta altura, que se le miró como el grande astro del arte destinado á iluminar todos los ángulos de la Península, creyéndose de buena que antes de recibir su claridad habia dormido España en las tinieblas de la ignorancia.

La cosa vino así: un enviado especial del autor de todo lo que existe, que los judíos esperaban y siguen esperando aún, había descendido entre ellos, a la tierra, para iluminar el camino de la vida a los hombres, en una época en que la brújula, la ciencia, la navegación a vapor, las escuelas, los ferrocarriles, la libertad, y "esos signos de la idea, esas santas letritas de plomo que han esparcido el derecho y la razón por el mundo", como dice France, eran insospechables, y, naturalmente les había aconsejado lo mejor posible en la ocasión: la resignación ante las calamidades inamovibles del presente mediante la esperanza de un bienestar póstumo.

Palabra del Dia

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