Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 13 de julio de 2025
La violenta emoción que acababa de experimentar unida a la dicha que estas palabras evocaron en su pecho le trastornaron de tal modo, que se echó a llorar como un niño. Entonces ella le empujó hacia un rincón y se alzó vivamente, tapando con su gallarda figura el espacio que la cortina dejaba descubierto. Su rostro hechicero resplandecía de felicidad.
¡Uha! dijo el gigante; tengo que sacarme otro botón. ¡Qué estómago de avestruz tiene este hombrecito! Bien se ve que estás hecho a comer piedras. Anda, perezoso dijo Meñique, come como yo y se echó en el saco un gran trozo de buey. ¡Paff! dijo el gigante, se me saltó el tercer botón: ya no me cabe un chícharo: ¿cómo te va a ti, hechicero?
Sólo digo ahora que la pena que me ha causado ver estas blancas canas y este rostro venerable en tanta fatiga, por alcahuete, me la ha quitado el adjunto de ser hechicero; aunque bien sé que no hay hechizos en el mundo que puedan mover y forzar la voluntad, como algunos simples piensan; que es libre nuestro albedrío, y no hay yerba ni encanto que le fuerce.
TEOGENES, y CORABINO, con otros quatro Numantinos, Gobernadores de Numancia, y MARQUINO, hechicero, y un CUERPO MUERTO, que saldrá á su tiempo. Sientanse á consejo, y los quatro Numantinos que no tienen nombres, se señalan asi: PRIMERO, SEGUNDO, TERCERO, QUARTO.
El cual quiso Cide Hamete Benengeli declarar luego, por no tener suspenso al mundo, creyendo que algún hechicero y extraordinario misterio en la tal cabeza se encerraba; y así, dice que don Antonio Moreno, a imitación de otra cabeza que vio en Madrid, fabricada por un estampero, hizo ésta en su casa, para entretenerse y suspender a los ignorantes; y la fábrica era de esta suerte: la tabla de la mesa era de palo, pintada y barnizada como jaspe, y el pie sobre que se sostenía era de lo mesmo, con cuatro garras de águila que dél salían, para mayor firmeza del peso.
Este descubrimiento me colmó de la mayor alegría. Ante todo, porque veía embellecerse mi vida con un encanto, que no dejaba por eso de ser real, y luego, porque si yo amaba, era seguramente correspondida. En efecto, amaba al señor de Couprat porque me había parecido hechicero; por consiguiente, mi aspecto debió producir en su corazón el mismo sentimiento, puesto que él me hallaba encantadora.
Se trata de dos miserables, de un hombre y una mujer: el hombre es un galeote huído, un hereje hechicero que vende untos, y hace ensalmos y presta á usura. Se llama Gabriel Cornejo y tiene una ropavejería en el Rastro. La mujer es comedianta, hermosa y joven, y se llama Dorotea. Vive en la calle Ancha de San Bernardo.
Joven, linda y rica, la vida, páramo a raíz de la muerte del pobre Esquilón, perdió, poco a poco, su aspecto desolado, recobrando sus muchos encantos y seducciones. Hoy Margarita se ha devuelto al mundo, con evidente deseo de vivir, y hasta ofrece un continente risueño, cierta alegría discreta, disciplinada por la viudez, que aumenta la gracia de su rostro hechicero.
Entraron con luces y vieron la desigual pelea; acudió el duque a despartirla, y don Quijote dijo a voces: ¡No me le quite nadie! ¡Déjenme mano a mano con este demonio, con este hechicero, con este encantador, que yo le daré a entender de mí a él quién es don Quijote de la Mancha! Pero el gato, no curándose destas amenazas, gruñía y apretaba.
Componíanlo falda negra y plegada en menudas tablas con primoroso arte, abrigo corto de rico paño gris muy bordado, que se ajustaba perfectamente a su hechicero cuerpo, y gran sombrero, también negro, guarnecido de plumas rizadas, y velo de tul con motas que, fingiendo lunares, sombreaba dulcemente su rostro.
Palabra del Dia
Otros Mirando