Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 11 de junio de 2025


»Sobre esto del yacht, sólo le he dicho a usted que Nieves se perece por andar en él, y que su padre, menos aficionado que ella a esta diversión, cuando no quiere o no puede acompañarla, tolera muy gustosa que vaya sola conmigo y con el famoso Cornias; pero nada le he hablado de lo intrépida que es allí; de cómo se le revela el placer de que va poseída en el ardor de la mirada y en la gallardía de sus posturas; ni de cómo me tienta y seduce con palabras o con gestos más tentadores que ellas, a que fuerce y obligue al balandro a hacer lo que yo no quiero que haga, ni debe de hacer cuando lleva una carga tan preciosa... ¡Y el demonio del barquichuelo, como si lo conociera, hombre!

El libro santo que tengo reservado para el inimitable mihrab que ha de ser la maravilla del Andalús, conservará la unidad de nuestra : inalterable é inflexible nuestra creencia, crecerá el islamismo pujante en Europa arrollando esa multitud de leyes, sectas é instituciones que traen divididos á los incultos Godos y Germanos, y la Ley del Profeta, que es hoy el vínculo áureo de su pueblo predestinado, será con el tiempo la férrea argolla que fuerce á los rebeldes imperios idólatras á prosternarse ante la Quiblah de la grande aljama

Sólo digo ahora que la pena que me ha causado ver estas blancas canas y este rostro venerable en tanta fatiga, por alcahuete, me la ha quitado el adjunto de ser hechicero; aunque bien que no hay hechizos en el mundo que puedan mover y forzar la voluntad, como algunos simples piensan; que es libre nuestro albedrío, y no hay yerba ni encanto que le fuerce.

El pobre Perícles, que imaginaba tal vez erradamente que las bellas artes servían para deleitar, serenar y levantar el espíritu, sólo consigue con esta flamante arte bella que se le levante y revuelva el estómago, y le fuerce a hacer una libación en honor de Esculapio con el vino de Chipre que bebió en su última cena al lado de su bella Aspasia, que ha conservado en el sepulcro, durante veintitantos siglos, y que le ha hecho soñar allí mil divinos primores.

Lo que me acontece en dicho ejemplo, se verifica con respecto á muchísimos otros; y así es que experimento dentro de una serie de fenómenos que me representan objetos externos, pero sin ninguna necesidad que me fuerce á estar sometido á ellos; pues los quito y los reproduzco con simples actos de mi libre albedrío.

Otra comedia extravagante, á la que no faltan detalles singulares, es El negro del mejor amo. Sólo expondremos su argumento, extraordinariamente complicado, en sus rasgos más principales. La escena es en Palermo. Don Pedro Portocarrero, noble español, jura odio eterno al conde César, por haber dado muerte á su hermano; después de matar á dos parientes del Conde, sin poder vengarse de su principal enemigo, se oculta en el convento de San Francisco para evitar las persecuciones de la justicia. Entra á servirlo un negro, llamado Rosambuco, hombre salvaje y feroz, que antes había sido pirata y hecho prisionero en una pelea con los españoles. El horóscopo del nacimiento de este negro predecía que su fama sería grande, y que llegaría á ser el favorito del Soberano más poderoso del orbe, lo cual aumenta aún más su insolencia. Don Pedro encuentra en él el más dócil y apropiado instrumento para realizar sus proyectos vindicativos, y concierta con él que fuerce una noche las puertas de la casa del conde César; que robe á su hermana Laura, á quien ama Don Pedro, y que vengue en la sangre del hermano la muerte del suyo. Aborta el plan, sin embargo, y los dos cómplices se ven de nuevo obligados á regresar á su asilo. Rosambuco quiere hollar el patio del convento, y pasar por delante de la estatua del fundador (Benedicto Sforza), cuando éste lo llama y le dice con voz sepulcral, que cómo malgasta su fuerza en infames acciones, cuando Dios lo ha elegido para ser la joya y gala de su convento. El negro no lo oye, y sigue profanando el sagrado recinto con su vida licenciosa. Una noche, con los más culpables designios, intenta penetrar en el principal santuario del convento, en la capilla del Hijo de Dios; pero se le aparece

Palabra del Dia

irrascible

Otros Mirando