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Actualizado: 3 de mayo de 2025
Arrebatado por su brio, no se contentó con haber condenado á su contrario á volverle las espaldas; se precipitó tras él seguido de su escasa comitiva, corrió, voló, cayó en una celada, donde murieron bajo el hierro de los soldados del valí él y sus valientes caballeros.
La enamorada pareja seguía su paseo, sintiendo a sus espaldas el paso leve de la resignada Micaela.
Otra, al lado opuesto de la composición y sentada de espaldas al espectador, desenreda con la mano izquierda la madeja enmarañada en una devanadera sosteniendo en la derecha el ovillo, en tanto que parece oír lo que le dice una jovencilla que se le acerca trayendo un cesto.
¿Qué decía usted, querido profesor? preguntó Edwin con la expresión de un hombre que despierta. Estas palabras aumentaron las risas en el doctorado joven. Algunos universitarios se encogían y achicaban para lanzar carcajadas con toda libertad al amparo de las espaldas de sus vecinos. Querían aprovechar la ocasión para reirse sin peligro del temible Momaren.
Desde hace unas horas continuó Torrebianca parece que veo las cosas con otros ojos. ¡Ay, las miradas crueles de esas pobres gentes cuando abrí ayer mi ventana!... Y hoy, durante el entierro, ¡qué tormento!... Yo que nunca temí á nadie, no he podido afrontar los ojos hostiles ó burlones de muchos trabajadores... El pobre Moreno me llevó aparte varias veces ó hablaba alto para que yo no pudiese oir los comentarios que sonaban á mis espaldas.
No se pudo escudar tan bien don Quijote que no le acertasen no sé cuántos guijarros en el cuerpo, con tanta fuerza que dieron con él en el suelo; y apenas hubo caído, cuando fue sobre él el estudiante y le quitó la bacía de la cabeza, y diole con ella tres o cuatro golpes en las espaldas y otros tantos en la tierra, con que la hizo pedazos.
El australiano, al verse defraudado en sus propósitos, se puso en pie, con ademán amenazador. Pero ¡qué mamarracho eres! le dijo el marinero riendo. ¡Ten cuidado, Van-Horn! dijo el Capitán . Estos salvajes son traidores. Le romperé el chuzo en las espaldas, señor Van-Stael.
Luego resolvieron trasladarlo á Fuerte Sarmiento, ya que debía ser enterrado finalmente en el cementerio de dicho pueblo. Así evitaban las manifestaciones que podían surgir en la Presa si el cadáver era llevado allá. Regresaba Watson de Fuerte Sarmiento y había dejado á sus espaldas las primeras casas del pueblo, cuando se encontró con Canterac.
Veis cómo vuelven las espaldas y salen de la ciudad, y alegres y regocijados toman de París la vía. ¡Vais en paz, oh par sin par de verdaderos amantes! ¡Lleguéis a salvamento a vuestra deseada patria, sin que la fortuna ponga estorbo en vuestro felice viaje! ¡Los ojos de vuestros amigos y parientes os vean gozar en paz tranquila los días, que los de Néstor sean, que os quedan de la vida!
A las once estaban los náufragos a sólo tres millas de la costa de Nueva Guinea; pero tenían la primera piragua media milla detrás de ellos y la segunda poco más de una. ¡Veo un río! exclamó Hans. ¿Cerca? preguntó el Capitán, que no podía verlo por estar de espaldas a la costa. Sí, tío; ahí enfrente de nosotros. Lleva hacia él la chalupa. ¿Es ancho? Tendrá algo más de un cable.
Palabra del Dia
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