Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 17 de mayo de 2025


5 Por esta causa los sacerdotes de Dagón, y todos los que en el templo de Dagón entran, no pisan el umbral de Dagón en Asdod, hasta hoy. 6 Pero se agravó la mano del SE

Para meterse en la hamaca sin que al mismo tiempo entren estos enemigos, es menester levantar la sábana del suelo, solamente lo preciso para meter arrastrando el cuerpo, sin dejar algun hueco por donde puedan entrar, porque si entran no dejan de inquietar toda la noche.

Pen-Ouët es idiota; ¿no sabes que los malos espíritus no entran nunca bajo el techo que cubre a un loco? Jan y su fuego que dan vueltas con tanta rapidez como la devanadera de una vieja, Jan y su fuego huirían a la voz de Pen-Ouët como una alondra ante el cazador. ¿Qué temes, pues?

29 Contarás los hijos de Merari por sus familias, por las casas de sus padres. 30 Desde el de edad de treinta años arriba hasta el de cincuenta años, los contarás; todos los que entran en compañía, para hacer obra en el tabernáculo del testimonio.

He notado que, exteriormente por lo menos, la alegría de los ancianos tiene muchos puntos de contacto con la de los niños, en cuanto que ni la inteligencia ni un profundo sentimiento humorístico entran por algo en el asunto.

Usted se volverá loco cuando vea y trate a las grandes damas que habitan palacios, que huellan mullidas alfombras, que deslumbran con diamantes y perlas, que visten sedas y encajes y no percal y muselina, que desnudan la cándida y bien formada garganta y no la cubren con un plebeyo y modesto pañolito, que son más diestras en mirar y herir, que por el mismo boato, séquito y pompa de que se rodean son más deseables por ser en apariencia inasequibles, que disertan de política, de filosofía, de religión y de literatura, que cantan como canarios, y que están como envueltas en nubes de aroma, adoraciones y rendimientos, sobre un pedestal de triunfos y victorias, endiosadas por el prestigio de un nombre ilustre, encumbradas en áureos salones o retiradas en voluptuosos gabinetes, donde entran sólo los felices de la tierra; tituladas acaso, y llamándose únicamente para los íntimos Pepita, Antoñita o Angelita, y para los demás la Excma.

Si entran aquí mujeres de nuestro mundo, se acabó la paz. Me buscarán á por curiosidad y por codicia, pensando en mi historia y mi fortuna; os perturbarán entablando rivalidades entre vosotros; será imposible la vida que yo deseo... Además, somos pobres. Atilio protestó sonriendo: «¡Oh! ¡pobresPobres para hacer las locuras de antes continuó el príncipe ; y para el amor se necesita dinero.

En las cifras de tributos también es de llamar la atención que cuando se dice como aquí que tributan 2.964 almas, hay que contar como tributos la mitad ó sean 1482, en el hecho de que en cada uno de aquellos entran dos contribuyentes.

No ve á nadie detrás de él, pero sus ojos, á través de los grupos que ocupan las mesas, encuentran algo que hace temblar su voz. Esa es, príncipe. Miguel no la hubiese reconocido. Ve cómo entran en el café dos señoras, escoltadas por dos oficiales americanos.

De que esto me oyeron, van por un alguacil y un escribano. Y helos do vuelven luego con ellos, y toman la llave, y llámanme, y llaman testigos, y abren la puerta, y entran a embargar la hacienda de mi amo hasta ser pagados de su deuda. Anduvieron toda la casa y halláronla desembarazada, como he contado, y dícenme: "¿Qué es de la hacienda de tu amo, sus arcas y paños de pared y alhajas de casa?"

Palabra del Dia

bagani

Otros Mirando