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Actualizado: 14 de junio de 2025


Dios le había deparado sin duda aquel trance para probarla y darle de improviso, cuando más afligida estuviese, el alegrón de ganar el pleito y confundir a su implacable abuela. Pero donde la hallamos más en carácter es en aquel punto y hora en que echaba mano de su cualidad de idealizar las cosas para obtener los más dulces confortamientos. ¿No ennoblece el martirio a las criaturas?

Mantiene una alta majestad en el argumento que sigue, que, si es de santo, le ennoblece las virtudes; si es de príncipe, le enciende á las más heróicas acciones; si es de particular, le purifica los afectos. Cuando escribe de santo, le ilustra el trono; cuando de príncipe, le enciende el ánimo; cuando de particular, le purifica el afecto.

Su solo ruido en las losas ennoblece toda la traza del hidalgo. Sonriose un momento, mostrando su fuerte dentadura, y luego, con gesto grave y casi compungido, prosiguió: ¡Lástima es que algún epitafio, docto y elegante, no nos diga la casa y los honores del antiguo caballero, cuyas son estas cenizas!

A través de las edades, las generaciones se suceden modificándose poco á poco; los bárbaros, con su aspecto bestial y luchando por la preeminencia con las fieras, fueron reemplazados por seres más inteligentes, á los cuales la experiencia y el estudio de la naturaleza han enseñado el arte de domesticar los animales y cultivar la tierra; luego, por el progreso, los hombres llegan á fundar ciudades, á transformar las primeras materias, á cambiar sus productos, á ponerse en relaciones con todas las partes del mundo; así se civilizan, es decir, se ennoblece su tipo, su cerebro es más vasto, su pensamiento más amplio, y, ensanchándose el círculo de las concepciones, los hechos vienen á agruparse en el espíritu.

A eso le responderé, en primer lugar, que no es en lo que mejor nos portamos, y, en segundo, que, según nuestras ideas, el varón ennoblece, principio, fíjese bien, que reposa sobre una acertada concepción de la naturaleza humana, porque hay en la mujer una delicadeza de instinto, una flexibilidad, una facilidad de asimilación, una plasticidad, por decirlo así... si me expreso mal, mi caro señor, repréndame usted sin embarazo... hay, decía, cualidades de flexibilidad que la hacen plegarse con prontitud a todas las condiciones de la vida social... Se podrá hacer una muy pasable duquesita de la hija de un cualquiera, pero, de ese mismo cualquiera no se hará nunca nada... Usted comprenderá fácilmente, mi caro maestro, que la palabra cualquiera significa en mi boca un hombre de dinero, no un hombre de talento... Estos tienen, por el contrario, algo de femenino en su naturaleza, que los pone al par casi casi con las mujeres más delicadas, más impresionables.

La verdadera civilizacion consiste en el trabajo, que engendra buenos ciudadanos, ennoblece las almas, acrecienta la pública riqueza y mata la holganza. Los gobiernos que han construido las vias férreas, y los pueblos que han abierto los senos de la tierra con el arado, merecen una alta estima. Vamos á entrar en Paris.

El figurarse por un instante que yo puedo perdonarla es un nuevo insulto, es una idea que sólo cabe en un alma tan miserable como la suya. El perdón jamás degrada. Es la virtud que más ennoblece al ser humano manifestó el clérigo, sorprendido. D. Álvaro le clavó una larga mirada colérica. Después alzó los hombros con desdén y dijo: Está bien: dejemos eso.

Cuando ayer me declaraste tu pasión, tuve la debilidad de creer en ella, y soñé, inmediatamente, con un amor fiel y puro, con el amor que ennoblece el espíritu y nos incita a las ideas elevadas y a las acciones generosas... Creí volver a los años de colegiala, cuando el mundo se ofrecía ante mi vista como un hermoso fanal trasparente y diáfano, cuando no acertaba a ver en él más que cosas lindas... todo risueño... todo hermoso... Volvía a entrar en la juventud.

Si quisierais tener la bondad, señora marquesa, de referírmela dijo Stein , os lo agradecería infinito. Con mucho gusto respondió la marquesa ; y espero que daréis más crédito a mis palabras que ese niño, tan preciado de saber más que los que nacieron antes que él. Sabéis que nada ennoblece tanto al hombre como los rasgos de valor.

Todos han ensalzado unánimes la serena melancolía que el libro revela, la mirada firme y desengañada que el autor dirige sobre las cosas humanas, la amargura sin misantropía con que juzga nuestro estado social, y la verdad poética con que le ennoblece.

Palabra del Dia

rigoleto

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