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Los vientos que reinan en la provincia son generalmente el norte ó el nordeste, que traen consigo un aire húmedo y caliente, muy favorable en todo para la naturaleza; pero si llegan despues de alguna tempestad á ser súbitamente reemplazados por el viento del sud, que sopla entónces con mucha violencia, baja al punto la temperatura de 10 grados por lo ménos; lo que es tan pernicioso para el hombre y los animales, como puede serlo para la misma vegetacion.

Estas ingurgitaciones se presentan con preferencia en los miembros inferiores, en los que los dolores son reemplazados por la rigidez, hormigueo, debilidad paralítica, latidos, calor, sensacion de frio en el dedo gordo del pié, y temblor. Los dolores viscerales son presivos y constrictivos con movimientos congestivos, y el vértigo se agrava por el tiempo húmedo.

A través de las edades, las generaciones se suceden modificándose poco á poco; los bárbaros, con su aspecto bestial y luchando por la preeminencia con las fieras, fueron reemplazados por seres más inteligentes, á los cuales la experiencia y el estudio de la naturaleza han enseñado el arte de domesticar los animales y cultivar la tierra; luego, por el progreso, los hombres llegan á fundar ciudades, á transformar las primeras materias, á cambiar sus productos, á ponerse en relaciones con todas las partes del mundo; así se civilizan, es decir, se ennoblece su tipo, su cerebro es más vasto, su pensamiento más amplio, y, ensanchándose el círculo de las concepciones, los hechos vienen á agruparse en el espíritu.

Los árboles que se encumbraban hasta el cielo, las elegantes palmeras, y demas plantas arbóreas iban desapareciendo poco á poco: unos y otros eran reemplazados por los zarzales, luego por algunas plantas gramineas, y finalmente la nieve habia sucedido á los encantadores sitios de las regiones cálidas, que alborozan con su algazara mil pintados pajarillos.

Se sube un poco mas y aparecen los bosques de hayas ó variedades de encinas, los matorrales interminables de avellanos silvestres y muchos otros árboles frutales resistentes, como el cerezo. Las legumbres escasean ó faltan, los trigos no medran, reemplazados por el heno; todo va cambiando de aspecto.

El miedo fue el secreto resorte de las tiranías; el miedo fue el resultado de las supersticiones religiosas de la Sociedad Colonial, encarrilada en la obediencia habitual por el miedo crónico o consuetudinario a gobernantes de derecho divino, consagrados por el tiempo y por la Iglesia, que cesaron de improviso por la revolución y fueron reemplazados por directores accidentales que se aprovecharon del antiguo espíritu supersticioso.

Perfectamente inútil para el transporte de viajeros, el arroyo es casi innecesario para la navegación. Los bosques de la llanura han desaparecido, reemplazados por los prados, los campos y los pueblos y para los árboles cortados sobre las colinas, los caminos han facilitado medios de transportes menos caprichosos que la corriente del arroyo.

La ciudad era la urbe del tiempo romano, rodeada de leguas y más leguas de terreno, sin un pueblo, sin una aldea; sin otras aglomeraciones de vida que los cortijos, con sus siervos del jornal, mercenarios de la miseria, que se veían reemplazados apenas los debilitaba la vejez o la fatiga; más tristes que el antiguo esclavo, que al menos veía seguros hasta su muerte el techo y el pan.

Tan luego como se alejaron los Padres jesuitas, Francisco Ramon de Herboso, obispo de Santa-Cruz, dió un reglamento, aprobado por la audiencia de Charcas, el cual ordenaba que se conservasen todas las instituciones de aquellos religiosos, siendo estos reemplazados por curas, á cuya arbitrio se abandonó el gobierno espiritual y temporal de las misiones.

Los viejos muebles del imperio, que constituían el fondo del arreglo del salón, habían sido reemplazados por unos maravillosos muebles de tapicería de fines del siglo pasado, y una multitud de pequeños sillones y banquillos de todas formas y colores, se hallaban esparcidos aquí y allá con una apariencia de desorden que era el colmo del arte.