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Actualizado: 17 de septiembre de 2024
El Canton es visiblemente pobre, apesar de sus numerosos valles, algunos bastante abrigados, y de contar con la via internacional de San-Gotardo. Sus producciones de alguna importancia se reducen á la cria y exportacion de ganados, fabricacion y exportacion de quesos, corte de maderas en las magníficas florestas de las montañas y cultivo de árboles frutales y papas ó patatas.
Otras, ensanchándose el abra para producir los mas preciosos vallecitos, el rio murmura dulcemente sobre un lecho de guijarros de colores, entre hileras de álamos blancos y árboles frutales, regando risueñas praderitas y sementeras, en cuyo fondo se destacan sobre ondulantes planos inclinados las casas pintorescas de los campesinos.
Crecen á espaldas de esta torre vastas y deleitosas huertas cuyos cuadros matizados de flores verdean agradablemente bajo la sombra de árboles frutales; estiéndese tras estas huertas la Arrizafa, el ameno vergel en que suponen lloró Abd-el-rhaman I recordando á la vista de una palma el suelo de su patria.
Para ello se señalará un terreno con el nombre de vivero, en donde siembren y cultiven de todas legumbres y flores, y principalmente de árboles frutales de conocida utilidad. Estos ensayos, que al mismo tiempo que hacen la diversion de los niños desde sus primeros años, los dejan instruidos y aficionados, para ejecutarlo con aprovechamiento en su mayor edad.
La Suiza es realmente el país de los verjeles, y tanto que, relativamente al escaso territorio aplicable á ese cultivo en los valles y las faldas ó planicies no muy elevadas, no he visitado en Europa ninguno que le aventaje en huertos de frutales.
Tambien tiene esta ciudad, por la parte del sur hasta el oriente, dilatadas campañas, donde tienen los vecinos y habitadores sus estancias de ganados mayores y menores, que son muchísimos; y heredades para su recreo, con mucha abundancia de todo género de granos y hortaliza: adornadas dichas heredades, con sus alamedas de diferentes árboles frutales, que cada una de ellas es un paraiso.
Los cercos medio cubiertos determinan aún los límites bien conocidos que separan la propiedad; los árboles frutales, inclinados por la corriente, sumergen en el agua fangosa la extremidad de sus ramas; corrientes y remolinos socavan el suelo donde crecían hermosas cosechas.
Vieron campos eternamente verdes, canales rumorosos en los que el agua parecía reir, caminos orlados de altos árboles, casitas blancas... Watson pensaba en los jardines frutales de California, y Robledo en la huerta de Valencia. El norteamericano fué el primero que salió de esta abstracción, señalando mudamente la pieza inmediata, donde se habían instalado los recién llegados.
Si deseaba retirarse al campo, no le atraía tan sólo la perspectiva de dar rienda suelta a instintos selváticos, de andar sin corbata, de no pagar tributo a la sociedad, sino que le solicitaban aficiones más delicadas, de origen moderno: el deseo de tener un jardín, de cultivar frutales, de hacer obras de albañilería, distracción que le embelesaba y que en el campo es más barata que en la ciudad.
Se encuentra en una bellísima situación, á la falda del Banajao, coloso que domina un extenso horizonte. Lucban es un pueblo de gran antigüedad, y su nombre, que en tagalo significa naranja, se debe, sin duda, á que en su jurisdicción se criaron gran número de dichos frutales.
Palabra del Dia
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