United States or Guinea ? Vote for the TOP Country of the Week !


Y si tuviera veinte hijas, veinte veces se repetirían aquellas escenas conmovedoras; porque D.ª Carolina tenía un corazón muy grande y muy maternal. Cualquiera podría imaginar que Timoteo el violinista del Siglo, en vista del curso torcido de los sucesos, había desistido de su desgraciada pasión por la hija menor de los señores de Sánchez. ¡Ah!

¡No esperaba eso de ti, Nolo! exclamó ella cerca de romper á llorar. ¿Te he dado algún motivo para sospechar que no te estimaba como antes? ¿Has sabido de alguno de por allá á quien no le haya hablado como siempre cuando le vi por aquí? ¿Piensas que soy señorita, que visto este traje por mi gusto?... No, si pudiera no lo vestiría... ¡Desde que vine á este pueblo soy tan desgraciada!... ¡Si supieras, Nolo, qué desgraciada soy!

No obstante los desengaños, los dolores, los ultrajes sufridos por ella, debía permanecer fiel a aquel que había aceptado como compañero de su vida. ¿Acaso las faltas del marido, por extremadas que sean, autorizan a la esposa desgraciada a buscar la felicidad con otros hombres?

¿Qué sucieder ti? Una cosa tremenda. Estoy que no vivo. Soy tan desgraciada, que si no me amparas me tiro por el viaducto... Como lo oyes. Amri... tirar no. Es que hay compromisos tan grandes, tan grandes, que parece imposible que se pueda salir de ellos. Te lo diré de una vez para que te hagas cargo: necesito un duro...

Si no lo digo, reviento... Usted crea lo que quiera... pero soy muy desgraciada. Yo que me lo merezco, que soy mala, mala de encargo... pero soy muy desgraciada».

Estaba pobre, había sido muy desgraciada... , , me han dicho que es muy corrida. Tienes buenas tragaderas afirmó doña Lupe con crueldad. No haga usted caso... los hombres son muy malos. ¿No conviene usted conmigo en que los hombres son muy malos? Y dígame usted ahora. ¿No es acción noble traer al buen camino a una alma buena que se ha descarriado?

El Jubilado se encuentra en el último grado del abatimiento y apenas se atreve a murmurar «que viendo a Núñez vivo a su lado no había razón para tanto sustoLas señoras juzgan que Micaela ha estado irrespetuosa con su padre, pero al mismo tiempo no pueden menos de convenir en que aquello ha sido un escopetazo, y manifiestan a la desgraciada esposa una ardiente simpatía. El vino de Fernanda.

Emma Valcárcel fue una hija única mimada. A los quince años se enamoró del escribiente de su padre, abogado. El escribiente, llamado Bonifacio Reyes, pertenecía a una honrada familia, distinguida un siglo atrás, pero, hacía dos o tres generaciones, pobre y desgraciada.

Por quien me ha de nacer perpetua gloria, Que una que espero juventud florida Me ha de ingerir en una larga historia Y guisarme tras esto una guarida Preciosa, si no soy tan desgraciada Que se me escape un conde de por vida. Que esta cara que veis no almidonada Promete desde luego un gran empeño, Con que el dozavo no me apriete en nada.

Verdad que estos castigos se hallaban funestamente neutralizados por el mimo y regalo con que su madre lo criaba. No sólo ocultaba con mil artificios sus faltas y le amparaba cuando su padre iba á corregirle, sino que le daba cuanto dinero había á mano, sin comprender la desgraciada el daño que hacía.