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Actualizado: 12 de junio de 2025
De pronto, sonrió con pueril expresión de venganza. «¡Gallego!...» Y le volvió la espalda orgullosa de este saludo de despedida. Fernando se encogió de hombros, satisfecho y molesto al mismo tiempo. Llegaba la deseada liquidación de su vida oceánica. Había bastado que el buque se aproximase a tierra, para que se rompiesen por sí solas todas las relaciones establecidas en el curso de la navegación.
Los Cristianos satisfacian religiosamente el tributo que se les habia impuesto para poder permanecer con sus iglesias, obispos y sacerdotes : y si bien habian sufrido despojos y exacciones injustas de parte de los gobernadores nombrados por los Califas de Oriente en los años pasados, la justificacion y buen nombre del hijo de Moavia estaban interesados en que la deseada cesion ó venta se hiciese sin asomo de violencia.
Poco á poco se aumentó el número de los fugitivos, y en noviembre llegó también Cervantes, escapado de la casa de su amo y deseoso de reunirse á ellos. Cervantes había calculado bien la época en que debía aparecer por la costa la deseada fragata, que llegó, en efecto, el 28 de septiembre, y se mantuvo oculta de día; se acercó por la noche al jardín, é hizo á los cautivos la señal convenida.
Dígolo porque ya habéis visto, señores, con manifiesta experiencia, el que de mí habéis recebido; en pago del cual querría, y es mi voluntad, que, cargados de esa cadena que quité de vuestros cuellos, luego os pongáis en camino y vais a la ciudad del Toboso, y allí os presentéis ante la señora Dulcinea del Toboso y le digáis que su caballero, el de la Triste Figura, se le envía a encomendar, y le contéis, punto por punto, todos los que ha tenido esta famosa aventura hasta poneros en la deseada libertad; y, hecho esto, os podréis ir donde quisiéredes a la buena ventura.
Pasando por Malta navegó entonces á Atenas, en donde la embajada del imperio fué saludada con entusiasmo por los alemanes allí residentes, considerándola como anuncio de la unidad tan deseada de su patria, siendo también recibida por el rey Otón con la mayor alegría.
En seguida Bolívar dictó algunas disposiciones para la prosecucion de la campaña, y el 24 salió con direccion á Guasdualito, satisfecho de haber abierto los cimientos de la para él tan deseada República colombiana. Principios del año 1820. Proposiciones de paz. Resultado de las negociaciones. Momentos de esperanza por la forma política que la España ha adoptado. Estipulacion de un armisticio.
Tantas idas y venidas, tantos embajadores o emisarios diferentes, ya simultáneos, ya sucesivos, frailes, santos, grandes de España y jurisconsultos, que ya se movían de acuerdo, comunicándose sus impresiones, ya se recataban unos de otros por orden del mismo rey, ya se entendían directamente con éste, ya unos con un secretario y otros con otro, porque el rey recelaba de todos, todo esto, me pregunto yo: ¿era indispensable, para apoderarse de Portugal sin gran violencia y sin ofender demasiado a los portugueses? ¿Se debió entonces a la rara circunspección del rey la tan deseada unión ibérica o se debió a que la ocasión era propicia: a que estaba de Dios, como vulgar, sabia y cristianamente se dice?
La redada había sido, en efecto, completa y calificábala Butrón de pesca milagrosa; el caritativo anzuelo de socorrer a los heridos del Norte había prendido en todos los corazones, verificando la fusión deseada, y el heterogéneo personal de la Asociación de señoras quedó reclutado, faltando tan sólo organizarlo.
No se le cocía el pan, como suele decirse, a la duquesa hasta leer su carta, y abriéndola y leído para sí, y viendo que la podía leer en voz alta para que el duque y los circunstantes la oyesen, leyó desta manera: Carta de Teresa Panza a la Duquesa Mucho contento me dio, señora mía, la carta que vuesa grandeza me escribió, que en verdad que la tenía bien deseada.
El piadoso Almirante consignó en el Diario que en la tarde del 11 de Octubre, víspera del hallazgo de la tierra deseada, habían cantado las tripulaciones á la oración, la Salve acostumbrada, y luego, en el momento supremo, cuando cayó de rodillas y con los ojos arrasados, la gorra en la mano, dió gracias al Altísimo, le imitó la gente entonando con indecible emoción Gloria in excelsis Deo; Te Deum laudamus...
Palabra del Dia
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