Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 13 de junio de 2025
Tú no eres ya un niño, y debes decidir por ti mismo estas cosas. ¡Yo!, ¡que vaya yo! murmuró el joven farmacéutico, sintiendo un temblor, un frío... Se ponía malo de sólo pensarlo. Tú, sí, tú... Déjate de miedos y vacilaciones. Si lo quieres hacer lo haces, y si no lo dejas.
Pero tuvo aún serenidad para gritarle: ¡Deja ese revólver, Manolo! Si no lo dejas no vuelves a ver en tu vida a Amparo. ¿Por qué? preguntó aquél bajando el arma con el desconsuelo pintado en los ojos. Porque yo no quiero; porque la aconsejaré que no te deje entrar más en su casa.... Bueno, hombre, no te incomodes.... Ha sido una broma replicó apresurándose a colocar el revólver en su sitio.
Ya no eres un niño, Melchor le dijo su madre, y debes saber lo que haces; pero yo creo que extremas un poco las obligaciones de tu amistad para con Lorenzo y Ricardo. ¡Pero, mamá! ¡Gran cosa! Pues es nada, hijo: dejas tus ocupaciones por un tiempo que tú mismo no sabes cuánto será; dejas a tu novia y nos dejas a nosotros por irte a cuidar a dos amigos.
Cuando se sentaron a la mesa y se sirvió la comida, Quilito mandó a decir que él no bajaba, porque no tenía gana. ¡Ya me va cargando el chico éste! exclamó el padre. Misia Casilda preparó en una bandeja dos platos, y bien tapada, con el pan y el vino, mandó a Pampa que la subiera al niño. Mira observó, si no abre, dejas todo en la escalera, delante de la puerta.
Ante una larga mesa cargada de cerveza están sentados una porción de antiguos condiscípulos, pilluelos la mayor parte, a los que evitaba en otro tiempo. Se le rodea, se le invita a beber y se le obliga a tomar asiento. ¿Por qué te dejas ver tan poco, Juan? le grita uno desde el extremo de la mesa. ¿Dónde te metes de noche?
Que tal vacío dejas en el pecho de cuantos te han querido, que aunque inútiles son todas sus quejas, añoran siempre el dulce bien perdido, y más te adoran cuanto más te alejas... Cebú, Octubre 1919. Andaluz. ¿Sevillano? Hizo estada larga en Manila, donde casó y engendró prole. Murió Diciembre 1894, y a poco el Ayuntamiento acordó dar su nombre a una calle de la ciudad.
Le quería más que nunca: le adoraba con nuevo ardor, ahora que iba perderle. ¿Entonces por qué te vas? pregunta el joven. Si me amas ¿por qué me dejas? Porque te quiero, Rafael... Porque deseo tu tranquilidad. Quedarse allí era perderle.
«Y tú oyes sus sollozos continuaba una voz dentro de mí, y la dejas presa de sus torturas mientras que tú te deleitas pensando en que tienes un secreto con él, con él, que pertenece sólo a ella.»
Hay que tratarle como a los chiquillos». «Pero mujer, te marchas y me dejas así... ¡qué alma tienes! gritó el Delfín cuando vio entrar a su esposa . Vaya una manera de cuidarle a uno. Nada... Lo mismo que a un perro». Hijo de mi alma, si te dejé con Plácido y tu mamá... Perdóname, ya estoy aquí.
La señora de Montauron, que había dado muy agitada varios paseos por el gabinete aspirando su pomito de sales, posó la mano sobre el hombro de Beatriz, diciéndole: Querida niña, supongo que no te habrá sorprendido que mi primer ímpetu al saber que me dejas haya sido de mal humor... Porque yo siento mucho tu ida, aunque a ti mi contrariedad te tenga sin cuidado... ¡Vamos, hija mía, dame un beso!
Palabra del Dia
Otros Mirando