United States or Syria ? Vote for the TOP Country of the Week !


La doctora se levantaba las faldas para evitar su contacto, lanzando al mismo tiempo risas nerviosas que disimulaban su terror. De pronto, Freya gritó, señalando con un dedo la base del antiguo altar. Una culebra de color de ébano, con el lomo moteado de manchas rojas, desenroscaba sus anillos sobre las piedras lenta y solemnemente.

El círculo en que le tenían se estrechaba cada vez más; el desdichado joven vió cien manos sobre su cuerpo; se sintió cogido, como si una culebra se le enroscara echándole fuertes nudos y apretándole en sus robustos anillos. El vocerío, el calor, la angustia, la vergüenza, le aturdieron hasta el punto de hacerle perder la claridad del conocimiento.

Estando durmiendo en el campo contestó José , se le vino acercando una culebra; pero apenas la vio venir un lagarto, que estaba en el vallado, salió a defender al tío Miguel y empezaron a pelearse la culebra y el lagarto, que era tamaño y tan grande. Pero como el tío Miguel, ni por esas despertaba, el lagarto le metió la punta del rabo por las narices.

, , : no podía ser otra cosa: tisis de la fantasía. Sólo en las novelas malas se ven esos hijos de sorpresa que salen cuando hace falta para complicar el argumento. Pero si lo revelado podía ser una papa, también podía no serlo, y he aquí concluida la reacción de alivio. La culebra entonces, en vez de desenroscarse, apretaba más sus duros anillos.

«Con el cocimiento de la corteza del arbol del Mambog se lava las implamaciones elifanticas para curarse. «Para curar la enfermedad que llaman culebra no hay mas que coger pepitas en sazón del arbol Sapran y amasadas con un poquito de agua para estraer la parte colorada que las envuelve, y untado con dicha agua desaparece la enfermedad.

Pues tras la culebra anduve y aun pienso se ha de ir para ti a la cama, que son muy frías y buscan calor." "Plega a Dios que no me muerda, decía yo, que harto miedo le tengo,"

Cuadró a todos lo que aquél dijo, y alteró mucho a mi amo; y dende en adelante no dormía tan a sueño suelto, que cualquier gusano de la madera que de noche sonase, pensaba ser la culebra que le roía el arca. Luego era puesto en pie, y con un garrote que a la cabacera, desde que aquello le dijeron, ponía, daba en la pecadora del arca grandes garrotazos, pensando espantar la culebra.

Y haciéndose los demás pobres y pobras de su parte, y apagando las luces, comenzaron con los asientos y con las muletas y bordones a zamarrealle a él y a sus corchetes a escuras, tocándoles los ciegos la gaita zamorana y los demás instrumentos, a cuyo son no se oían los unos a los otros, acabando la culebra con el día y con desaparecerse los apaleados.

Dijóle un vecino: "En vuestra casa yo me acuerdo que solía andar una culebra, y ésta debe ser, sin duda. Y lleva razón, que, como es larga, tiene lugar de tomar el cebo y, aunque la coja la trampilla encima, como no entra toda dentro, tórnase a salir." Cuadró a todos lo que aquél dijo, y alteró mucho a mi amo, y dende en adelante no dormía tan a sueño suelto.

A una de las casas le dicen de la Culebra, porque por fuera tiene cortada en la piedra viva una serpiente enorme, que le da vuelta sobre vuelta a la casa entera: otra tiene cerca del tope de la pared una corona hecha de cabezas de ídolos, pero todas diferentes y de mucha expresión, y arregladas en grupos que son de arte verdadero, por lo mismo que parecen como puestas allí por la casualidad; y otro de los edificios tiene todavía cuatro de las diecisiete torres que en otro tiempo tuvo, y de las que se ven los arranques junto al techo, como la cáscara de una muela cariada.