Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 13 de julio de 2025


Numerosas y respetables familias, cuyos jefes sirven dignamente a la Administración pública, se autorizan diariamente el sabroso placer de ver pasar en procesión a las damas y caballeros que en Madrid gastan coche. La vida cortesana ofrece vivos y punzantes atractivos: el jefe de familia la encuentra demasiado agitada cuando llega a su casa.

Pasando á vuestro tercer estado, al en que os encontráis en este momento, os confieso que no os conozco: que os habéis transformado; que os ha sido vergüenza, y habéis criado pudor; cuando érais virgen os vi cortesana, y ahora que sois cortesana os veo virgen. Dorotea bajó la cabeza avergonzada por única contestación.

Por libros y relaciones de la época se sabe que en aquella entrevista la Corte de España desplegó pompa y aparato impropios de ocasión tan desastrosa; pero si este error fue hijo de la vanidad real o la adulación cortesana, Velázquez cumplió su obligación adornando las estancias con magníficos tapices de palacio, algunos de los cuales se conservan y prueban el gusto con que nuestro gran pintor los escogió.

Estaba aquí con vos esa hermosa señora, y justo es que con vos la deje. El duque de Uceda salió por la puerta por donde antes había salido doña Ana, y volvió con ella de la mano. Mañana nos veremos en palacio, padre y señor dijo el duque de Uceda . Hasta mañana. Y salió por la misma puerta por donde había aparecido. Quedaron de nuevo solos el secretario de Estado universal del rey y la cortesana.

El diálogo recayó luego sobre el viaje y sus molestias; después hablaron de lo caro que cuesta todo en Madrid; de la agitación de la vida cortesana; de lo mucho que hay que andar para ir a cualquier parte, y de otras cosas, que asemejaron la conversación a la que pudieran haber sostenido con un amigo forastero. ¿Y qué iglesias hay por aquí cerca? preguntó Tirso.

Porque, como tengo dicho, era un muy gentil y agraciado mancebo, y en sus corteses y concertadas razones mostraba ser bien nacido y muy cortesana persona; que, puesto que éramos rústicos los que le escuchábamos, su gentileza era tanta, que bastaba a darse a conocer a la mesma rusticidad.

Busqué á esa mujer... afortunadamente es una cortesana, y la compré... el príncipe vino, y desde entonces soy para él la vida, el alma... porque yo soy quien le puede traer junto á esa mujer. Me cuesta, pues, mucho más el afecto del príncipe, que lo que os costó á vos el de su padre.

Traía por padrino a un primo hermano de Luscinda, y en toda la sala no había persona de fuera, sino los criados de casa. De allí a un poco, salió de una recámara Luscinda, acompañada de su madre y de dos doncellas suyas, tan bien aderezada y compuesta como su calidad y hermosura merecían, y como quien era la perfeción de la gala y bizarría cortesana.

Ripamilán, casi oculto entre las faldas de doña Petronila, a quien llevaba enfrente, iba en sus glorias; no por su contacto con el Gran Constantino, sino por ir entre damas, bajo sombrillas, oliendo perfumes femeniles, y sintiendo el aliento de los abanicos; ¡salir al campo con señoras! ¡la bucólica cortesana, o poco menos!

Desde su margen, y á distancia de algunos kilómetros, se alcanzan á ver el famoso castillo y las torres de Blois, haciendo un admirable efecto sobre el fondo del vasto panorama. Hallase tambien en la llanura, á la orilla derecha del Loira, y es una ciudad de considerable antigüedad que hizo gran papel en la historia cortesana do Francia.

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando