United States or Papua New Guinea ? Vote for the TOP Country of the Week !


, ; me hago cargo... La pobrecita está bien desfigurada. El otro día la he visto con su madre en la calle del Carmen. No ha sido precisamente eso lo que me ha detenido. Tiene mucha razón; la hermosura es cosa pasajera... Pero no le convenía por la posición. Usted merece una chica rica... Tampoco es eso se apresuró a decir Llot.

Estamos solos, don Fernando, y podemos hablar libremente: yo había querido retardar estas explicaciones porque me repugnan; yo hubiera querido más bien que hubiérais meditado mejor lo que os convenía y que nos hubiéramos entendido tácitamente.

Rabiar como perros a la hora en que todo el mundo duerme, para poder comer al día siguiente unos cuantos pedazos de aquella masa indecente. ¡Vaya un oficio! Y enardecido por la constancia con que trabajaba el Menut, la emprendió con él, volviendo a sacar a ruedo la belleza de su novia. Debía casarse pronto. Les convenía a los amigos.

Diré que fue una joven excelente; que se casó a gusto de sus padres, con un hombre que le convenía y que fue modelo de esposas y de madres, sin otra flaqueza que estar un poco templada a la antigua y tener demasiada afición al tresillo. Todo esto es muy bueno para un epitafio; pero es menester convenir que es muy sosito para una novela.

No, hija, has acudido tarde... ¡Te he estado metiendo la indulgencia por los ojos, sin que la quisieras ver, y ahora que te ahogas, vienes a ...! ¡Ay!, no puedo, no puedo. Y sin decir más, se fue a la cocina, pensando que toda severidad era poco contra aquella mujer, y que convenía aterrorizarla, a ver si se sometía al fin de una manera absoluta. Pronto se hizo de noche.

Quise seguirla, y lo hiciera, si no me aconsejara Montesinos que no me cansase en ello, porque sería en balde, y más porque se llegaba la hora donde me convenía volver a salir de la sima.

Y rešpondiendo šu šeñor dixole, Mal šiervo y negligente, šabias que šiego donde no šembré, y que coxgo donde no derramé. Por tanto te convenia^ dar mi dinero

El toro, entre tanto, se mantenía en medio de la arena con la tranquilidad de un hombre valiente que, con los brazos cruzados y la frente erguida, desafía arrogantemente a sus adversarios. Pepe Vera escogió el lugar que le convenía, con su calma y desgaire acostumbrados y señalándoselo con el dedo a los chulos: ¡Aquí! les dijo.

Llegó el Cura en esto, dile cuenta de lo tratado, y le gustó mucho lo de mejorar la casa; pero no tanto lo de mi viaje a Madrid... «Ahora, si convenía para bien de todos, como yo le aseguraba, fuera eyu por el amor de Dios.» ¿Y Lituca? ¿Qué diría de mi marcha cuando tuviera noticia de ella?

Me casaron agregó Fortunata, volviendo a hacer una pelota con el pañuelo me casaron sin que pueda decir cómo. Creí que me convenía y que podría querer a mi marido.