United States or Eswatini ? Vote for the TOP Country of the Week !


Tristán no pudo reprimir una sonrisa de lástima y le preguntó que por qué se había molestado. Pero Clara con la intuición de las esposas amantes que adivinan a primera vista cuáles son los amigos verdaderos y los falsos de sus maridos encontró el regalo precioso y no se hartaba de alabarlo.

Acuérdate de David, mancebo, que era un pastorcillo sin fuerzas, y venció y derribó al gigante en el valle del Terebinto. ¿Cuántas hermanas, hijas, madres y esposas no han logrado convencer á sus descarriados maridos, hermanos, hijos ó padres? Á gloria parecida debes aspirar , y Dios te premiará y te dará brío para alcanzarla.

Diré que fue una joven excelente; que se casó a gusto de sus padres, con un hombre que le convenía y que fue modelo de esposas y de madres, sin otra flaqueza que estar un poco templada a la antigua y tener demasiada afición al tresillo. Todo esto es muy bueno para un epitafio; pero es menester convenir que es muy sosito para una novela.

Una noche le dije en el café, hablando de las mujeres sevillanas: Amigo Villa, evidentemente estas mujeres son más graciosas y apasionadas que allá en el Norte, tienen más ingenio y saben querer de verdad...; pero me temo que no hagan tan buenas esposas como amantes. Quería tirarle de la lengua. Y lo conseguí, con gran satisfacción por mi parte.

»¡Que se atrevan ahora todos esos jóvenes paliduchos a comparar con el nuestro su infortunio! »El amante asesina, cuando el padre se sacrifica; el amor del primero no es más que orgullo, mientras que el del segundo es todo abnegación; ellos aman a sus esposas y a sus queridas en beneficio propio, con un cariño egoísta; nosotros queremos a nuestras hijas pensando únicamente en labrar su felicidad.

Y don Benigno cumplía su cometido como pastor vigilante y celosísimo, rondando el rebaño noche y día, para que el lobo no le arrebatase las ovejas, y criando algunas con esmero y a la mano para ofrecerlas al esposo bíblico. Nada puede igualarse al ardor con que don Benigno procuraba esposas al Altísimo.

La fábula, reducida al delito de dos casados, que ahogan á sus esposas para evitar los continuos altercados en que vivían, es repugnante hasta lo sumo, y carece por entero de carácter dramático.

De un salto se hubiera puesto a los pies de la hermosa el rendido caballero, si su voluntad no hubiera impedido un brazo vigoroso que le sujetó, así como sucedió el desmayo, y se preparaba para acercarse a la desmayada. ¿Quién sois vos? gritó con voz de tigre Muley . ¿Quién sois vos para venir a turbar los festejos de la gente principal, y poner asechanzas a las esposas de quien vale más que vos?

Pensaba en su familia, que vivía allá en la Marina una existencia de continua ansiedad viéndole á bordo de un buque acechado por irresistibles amenazas. Pensaba también en las esposas y las madres de todos los hombres de la tripulación, que sufrían idénticas angustias.

No se pueden ofender tan descaradamente las sagradas creencias de nuestras esposas, etc., etcAlgunos con estas pérfidas insinuaciones, dejaron la suscripción del periódico. Los redactores y su director, que adivinaban de dónde venía el golpe, estaban grandemente indignados. Gabino Maza, secundado por el no menos díscolo Delaunay, no cejaba en su campaña de murmuración.