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Actualizado: 21 de junio de 2025


Fue quizá la mayor y más duradera su desmedida afición al café, afición contraída en el negocio de ultramarinos, en las tristes mañanas de invierno, cuando la escarcha empaña el vidrio del escaparate, cuando los pies se hielan en la atmósfera gris de la solitaria lonja, y el lecho recién abandonado y caliente aun por ventura, reclama con dulces voces a su mal despierto ocupante.

El rebelde viose de pronto en la penumbra de la gañanía, y a la luz del candil, sostenido por uno de los gitanillos, distinguió la boca dolorosa y azulada de Mari-Cruz contraída por el supremo espasmo, sus ojos agrandados por la negrura del dolor, con una expresión de angustia infinita. Pegó su oído a la piel viscosa y húmeda de aquel pecho que parecía próximo a romperse. El examen fue breve.

Y presa de este vértigo infernal, Montiño adelantó con paso nervioso, lento, marcado, con los cabellos erizados, con los ojos horriblemente dilatados, con la boca contraída, temblorosa, con el semblante lívido, estremeciéndose todo, hacia el cadáver, junto al cual llegó y le contempló de una manera horrorosa en el momento que la clerecía empezaba á entonar el terrible salmo: Dies iræ, dies illæ.

Su cabeza, echada atrás con arrogancia, y destocada, lucía copiosa y rubia cabellera, que flotaba en rizos graciosos a merced de la brisa; sus piernas y sus brazos desnudos, contraída entonces la musculatura por la energía de la actitud, daban envidia a los de Hércules mancebo. Todo en Mutileder era beldad, elegancia, brío y donosura.

Los ojos orgullosos, coronados de espesas cejas, estaban como incrustados en una frente estrecha y altanera. La boca era fina, sinuosa y como contraída con desagrado. La barbilla puntiaguda indicaba á su pesar tendencias autoritarias llevadas hasta la tiranía.

Parece que este monarca, muy joven aún, tenía la memoria muy flaca en materia de deudas, puesto que el cabildo pensó acudir a la justicia para reclamar el pago de la contraída. Pero ¿dónde estaba un escribano bastante valiente para presentarse a don Pedro con una notificación en la mano? Era necesario para esto un escribano Cid, o Pelayo, como no suele haberlos en el mundo.

No por eso romperé con la costumbre contraída en otras tierras, sino que pienso llevar en compañía á un gabacho que he traído de París, el cual condimenta unos manjares que doy por cierto que han de gustar á V., aunque tienen nombres imposibles casi de pronunciar por una boca de Villabermeja; pero ya V. se convencerá de que, sin pronunciarlos, los mastica, los saborea, se los traga y le saben á gloria.

No me ha dejado terminar... Ha adivinado desde la primera palabra... Chichí se presentó, atraída por el grito, para ver cómo su padre se escapaba de los brazos de su esposa, cayendo en un sofá, rodando luego por el suelo, con los ojos vidriosos y salientes, con la boca contraída, llorando espuma.

Estaba esperando un envió del apoderado. Dámelos ordenó Lubimoff. Y á continuación, como si recordase algo repentinamente, habló con indiferencia de la deuda contraída en la tarde anterior. Toledo quedó absorto al saber que debía entenderse con el viejo usurero para la devolución de los veinte mil francos y el pago de unos intereses inauditos que podían doblarse en pocos días.

En esto, se oyó un gran ruido en el despacho, acudieron todos los que en la casa estaban y hallaron desplomado, junto al sofá, a don Aquiles, con los ojos torcidos y la boca contraída, barbotando palabras sin sentido.

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