Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 10 de mayo de 2025


Es indudable: aun prescindiendo de la virtud sagrada del sacramento, la confesión es un manantial de consuelos; es, cuando menos, un alivio. Confesar a alguien nuestra pena, nuestra humillación o nuestro pecado, es compartirlo todo con él. Pero ¿a qué semejante mío podría yo confesarme?

Nada, mi capitán, sino que habiendo visto a unas personas que iban a caballo delante de nosotros, me avancé a reconocerlas y a tomar informes, y me encontré con que eran el cura del pueblo adonde vamos, y su mozo, que vienen de una confesión y van al pueblo a celebrar la Nochebuena.

Sufro mucho, daría no qué si pudiera borrar las perversidades que tuve con usted. ¡Dios mío! Si siempre hubiese sido leal... Porque yo, ahora, quiero a otro. Se detuvo bruscamente, desolada, arrepentida de aquella confesión a que la había arrastrado un ardiente deseo de sinceridad. Muñoz palideció de nuevo, la mirada llena de espanto. Hubo un silencio largo.

Al ¡ay! lanzado por la victima Bolívar se levantó, hizo preso al criminal y lo entregó á la justicia, que oida la confesion del infiel servidor le condenó á sufrir la última pena. Este incidente necesita una explicacion. El Libertador y un emigrado de Carácas amigo suyo, llamado Amestoz, acostumbraban dormir en la misma habitacion. El primero se acostaba en una hamaca y el segundo en una cama.

Para hacer una buena confesión repuso el padre Aliaga ; he querido preguntaros si habéis hecho examen de conciencia. Os diré, padre Aliaga: yo no había pensado hasta hace algunos momentos en hacer confesión general. Resulta, pues, que no venís preparado y no puedo confesaros hoy.

Ahora, don Diego, dígame si le amo, porque usted tiene más experiencia que yo y no se puede equivocar. Yo no soy más que una pobre ignorante, pero usted debe recordar si es así como le amaban en París. Esta confesión ingenua descendía como un rocío matinal sobre el corazón de don Diego.

¡Pero señor! dijo Montiño deteniéndose de nuevo ¿de quién es hijo este muchacho? Y siguió leyendo: «Figúrate, Francisco, que eres sacerdote, y que cuando lees esta carta, estás escuchando en confesión á un moribundo; porque yo voy á traspasar á ti, y con autorización suya, la confesión que me hizo nuestro hermano Jerónimo hace veinticuatro años

Pues bien, vamos y apresurémonos dijo el padre Aliaga recogiéndose con una mano los hábitos y asiéndose con otra del brazo de Montiño ; empezad, pues, os escucho añadió el religioso. Advierto á vueseñoría que no le revelo nada sino bajo sigilo de confesión. Os prometo el sigilo por lo que respecta á vuestra persona, in verbo sacerdotis. ¡Cómo! Bajo palabra de sacerdote.

¿Que no es vuestro sobrino? No, señor. ¿Pues por qué se nombra vuestro sobrino? El cree que lo es. Decidme lo que sabéis acerca de ese joven. Os voy á confesar un terrible secreto de familia dijo Montiño sacando con miedo la carta de su hermano Pedro, que había traído para él la noche anterior el joven. Yo guardaré ese secreto bajo confesión dijo el fraile.

Se acercó á y con maneras cautelosas encontró medio de expresarme los sentimientos que le inspiraba, sin ninguna confesión que pudiera comprometerle. Sabía precaverse contra una revelación de mi parte, y si yo me hubiera visto obligada á repetir sus palabras, nada incorrecto se hubiera visto en ellas.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando