Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 20 de junio de 2025
Clementina se dejaba adular, respiraba con delicia aquel tufillo de incienso. En cambio prometía que ni un céntimo perdería Pepa de su capital. Bajaron la escalera cogidas por la cintura, charlando como cotorras. Al llegar a la puerta del salón, antes de soltarse se dieron un apretado y cariñoso beso.
Y si lo dudaba Juanito, que mirase a López, ése cuya señora era amiga de la mamá. Pues el tal López no tenía un céntimo, pero metió la cabeza en la Bolsa, y ahora no se dejaría ahorcar por ochenta mil duros, ni por cien mil.
¿Queréis entonces que me muera de hambre y sed? ¡Un centener de francos, mi buen señor L'Ambert! ¡Ni un solo céntimo! La Providencia te puso en mi camino para devolver a mi rostro su aspecto natural. Bebe agua, come pan seco, prívate de lo más necesario, muérete de hambre, si puedes; sólo a ese precio podré recobrar mis facciones y volveré a ser el mismo.
Por dar órdenes, hasta le dijo lo que había de mandar traer de la plaza al día siguiente, y al otro y al otro. «Y cuidado con dejar de tomarle la cuenta a la muchacha, al céntimo, pues Torquemada dice que no la abona y no hay que fiar... Si te falta algún cacharro en la cocina, no lo compres; yo te lo compraré, porque a ti te clavan... Nada de comprar petróleo en latas... el fuego me horripila.
El día 1.º de enero de 1853, la duquesa llevaba al Monte de Piedad su anillo de boda. Es preciso estar bien falto de todo socorro humano para empeñar un objeto de tan escaso valor como un anillo de matrimonio. Pero la duquesa no tenía ni un céntimo en casa y no se vive sin dinero, por más que el crédito sea el gran resorte del comercio de París.
Ya veréis, señor cura, empuñaré un sable y degollaré a mi tía como Judith a Holofernes. ¡Esta chica está hidrófoba! exclamó desolado el cura. Estese un momento quieta, señorita, y no diga disparates. Convenido, señor cura; pero entonces declarad que Judith no valía ni un céntimo. Recostose el cura en la chimenea, e introdujo delicadamente una narigada de rapé en sus fosas nasales.
No le hablaba ni le daba un céntimo para sus gastos, limitándose a consentir que durmiese bajo su techo y comiese la ración. Al cabo de algunos meses los zapatos se habían despellejado y la ropa daba lástima verla. Pero todo lo suplía muy bien el letrado con el empaque y gravedad de la fisonomía y lo airoso de su porte.
En esto se le van los cuartos decía el Vara de palo con acento de bondadosa reconvención . Nunca tendrá un céntimo. Apenas coge la paga, ¡a pedir más papelotes a Madrid! Más le valdría, don Luis, comprarse un sombrero nuevo, aunque fuese modestito, para que los señores del coro no se burlasen de la cobertura que lleva en la cabeza.
Los lujos y prodigalidades de la familia tenía que pagarlos él, ¡él, que en su casa había ocupado un lugar intermedio entre los criados y sus hermanos! No daría un céntimo; que se arreglase su madre como pudiera. Nada le debía, pues le entregaba íntegro el salario de la tienda, satisfaciendo con creces sus gastos.
Exprime nuestra miseria con sus trampas de usurero. Ni un céntimo ha dado para mi hijo.... Y la tal Mariquita es un pendón.... Lo digo yo, sí, señor. Sólo piensa en emperejilarse para que la vean los cadetes. Mujer, te van a oír decían suplicantes y con miedo algunas mujeres. Pero otras protestaban de este temor. ¡Que le oyesen don Antolín y su sobrina! ¿Y qué?
Palabra del Dia
Otros Mirando