Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 4 de junio de 2025
Deseosos de suprimir cuanto antes esta molestia general, los organizadores del desfile hicieron aparecer en el patio á una veintena de siervos desnudos, llevando entre ellos, muy tirante y rígida, una especie de alfombra cuadrada, de color blanco, con un ribete suavemente azul, y que ostentaba en uno de sus ángulos un jeroglífico bordado, que, según la declaración del profesor Flimnap, se componía de letras entrelazadas.
Cuéntame la vida que haces, porque se dice por ahí que en esta casa hay una zalagarda continua, y a Rita le parece que tú estás triste. Bajó la niña hacia el bordado sus apacibles ojos oscuros, y un poco turbada murmuró: ¿Yo triste? ¿Lo estás en efecto? ¿Tienes algún deseo, algún disgusto? ¿Es cierto que aquí no hay paz ni alegría?...
Los marineros, observando la aglomeración de los espectadores, y enterados de lo que significaba la letra escarlata, vinieron con sus rostros ennegrecidos por el sol, y de hombres de alma atravesada, á formar también parte del círculo que rodeaba á Ester; y hasta los indios se vieron contagiados con la curiosidad de los blancos, y deslizándose al través de la multitud, fijaron sus ojos negros, á manera de serpiente, en el seno de la pobre mujer, creyendo acaso que el portador de este brillante emblema bordado tenía que ser persona de alta categoría entre los suyos.
El de Soledad era negro bordado en rojo, el de Paca amarillo con flores negras, el de María-Manuela rojo y blanco, el de la madrina blanco y verde. Las calles hervían de gente cuando la comitiva se puso en marcha atravesando al medio la ciudad por mayor gala.
Mis ojos, ¿que he de gozaros Y en estos brazos teneros? Ea, loco estoy del todo. Celindo, ésta toma, ten; Y tú estas joyas también: Vuestro soy y vuestro es todo. Dame una marlota rica, Llena de aljófar y perlas, Que ha de verme y ha de verlas Quien al sol su lumbre aplica. Dame un hermoso alquicel O bordado capellar, Y también me puedes dar Alguna banda con él.
Para reparar un poco la torpeza se puso a contarles lo que había pasado el día anterior en el Ayuntamiento, con tales pormenores, que Mariana no tardó en bostezar como una bendita que era, y D.ª Esperanza se enfrascó en su bordado y dió señales de estar pensando en cosas muy distintas. Esperancita terminó por hacer una seña a Castro para que se acercase.
Recareda dijo volviéndose a una de sus hijas, enseña el pañuelo de que hemos hablado el domingo pasado a tu amiga Marcela. La hija, que era ya una mujer bien ajada, próxima a los cuarenta, se apresuró a cumplir la orden sacando de un estuche que descansaba sobre la chimenea un pañuelo de narices bordado.
Vestía rico traje de terciopelo negro y capa corta del mismo color, y usaba calzado de retorcida punta, aunque no tan desmesurada como fué uso llevarla en el siguiente reinado. Ceñíale el cuerpo un cinturón bordado de oro, en cuya ancha hebilla estaban grabadas las armas de los Morel, cinco rosas gules en campo de plata.
Las atlotas, agarradas del talle o apoyadas unas en los hombros de otras, miraban con virtuosa hostilidad a los mozos, que se pavoneaban en el centro de la plaza, las manos metidas en el cinto, el ancho castoreño echado atrás para dejar al descubierto las rizos de su frente, el cuello envuelto en bordado pañuelo o corbata de cintas, y las alpargatas de inmaculada blancura casi ocultas por la boca del pantalón de pana en forma de pata de elefante.
Un día fué Ester á la morada del Gobernador Bellingham á llevarle un par de guantes que había ribeteado y bordado por orden suya, y que debía de usar en cierta ceremonia oficial, porque si bien no desempeñaba ya el alto puesto de antes, aun ocupaba un destino honroso é influyente en la magistratura colonial.
Palabra del Dia
Otros Mirando