Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 6 de mayo de 2025


Paso a paso volvía la salud a enseñorearse del cuerpo siempre hermoso de Ana Ozores. Y con algo de remordimiento de conciencia, sentía de nuevo apego a la vida, deseo de actividad. Llegó un día en que ya no le bastó vegetar al lado de Frígilis, viéndole sembrar y plantar en la huerta y oyendo sus apologías del Eucaliptus.

Magdalena estaba advertida: era imposible que no lo estuviera. Pero, ¿desde cuándo? Acaso desde el día que, respirando ella también un aire más agitado, había sentido ráfagas calurosas que no estaban a la temperatura de nuestra antigua y serena amistad. El día que me pareció tener la certeza de este hecho, no me bastó la mera creencia. Deseé una prueba y quise obligar a dármela a Magdalena.

La culpa de esto estaba en los Sargentos mayores. A los 6 tornaron los enemigos por la misma parte á acometer á las galeras, aunque no con tanta gente como la primera vez, ni duraron tanto en el combate por el daño que rescibían dellas y del fuerte. Así se volvieron, á pesar de los que los mandaban: no bastó palos ni cuchilladas á hacerlos volver.

Desconozco el rubor y la vergüenza: son lujos que sólo pueden permitirse los felices... Cada vez que cometí una mala acción, me bastó para olvidarla hacer una visita al colegio de ricos donde se educa mi Feliciano gracias a los esfuerzos de su padre, tan nobles y tan heroicos como los de cualquier duque antiguo que salía lanza en mano a robar en las encrucijadas.

Esto bastó para que recobrase la serenidad. La «señora consejera» seguía con ojos fijos la marcha del juego. El miró también, y una sonrisa maligna contrajo levemente los extremos de su boca, al mismo tiempo que se decía mentalmente, á guisa de consuelo: «¡Capitán, capitán!... No sabes lo que te espera

El amor propio, no obstante, es ingeniosísimo, estando casi siempre su ingenio en razón inversa del ingenio de las personas; por donde D. Casimiro imaginó pronto que en su alma había de haber tan escondidos tesoros de bondad y de belleza, y que en sus modales y porte habían de transcender tal distinción hidalga y tal elegancia ingénita, que, descubierto todo por los ojos zahoríes de Doña Blanca, bastó y sobró para que ella ansiase tener á D. Casimiro por yerno.

A mi amo apadrináronle unos colegiales conocidos de su padre y entró en su general, pero yo, que había de entrar en otro diferente y fui solo, comencé a temblar. Entré en el patio, y no hube metido bien un pie, cuando me encararon y comenzaron a decir: «¡Nuevo!». Yo por disimular di en reír, como que no hacía caso; mas no bastó, porque llegándose a ocho o nueve, comenzaron a reírse.

La sola fecha de las cartas bastó para tranquilizarle por completo, y este fiel amigo tomó entonces a su cargo acortar las distancias y echar a la mar pelillos, repitiendo al oído de uno y otro cónyuge la frase del pato de la fábula: Paz, caballeros, paz.

De como Miguel de Cervantes supo lo que le bastó para meterse en una aventura de más empeño que la más atrevida en que osó meterse cualquiera de los Doce Pares. Ruegoos, amigos míos, dijo doña Guiomar, me perdonéis si tan largo rato he estado apartada de vosotros, que gran causa ha habido para ello. Y refirioles a seguida lo que el familiar de la Inquisición había ido a decirla.

Arrojé al suelo la carta con desprecio, lo que hizo reír a Flavia, que me presentó la segunda misiva. Ignoro quién me la envía dijo. Léela. Un momento me bastó para saber quién había trazado aquellas líneas.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando