Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 21 de junio de 2025
Practicáronlo así, pero sin poder averiguar quien hubiese tocado, ni con que órden, lo que obligó al corregidor mandase apostar una compañia en cada esquina de la plaza, por si hubiese algun inopinado asalto.
Beatriz fuese a mirar por la rendija de una puerta, temiendo que su padre se presentase; y, después de apostar en aquel sitio al alférez, adelantose hacia la ventana, de modo que toda la hojuela de oro y el abalorio de su vestido rebullese en la luz.
Pero, Dowlas, no es muy ingenioso en verdad hacer una apuesta en tales condiciones dijo Ben Winthrop . Lo mismo podríais apostar con un hombre que no atrapará un romadizo, si pasa la noche metido en el charco, con el agua hasta el pescuezo, durante un tiempo glacial. Tendría gracia que alguien se expusiera a morir por ganar una apuesta.
Si alguien desea haceros una oferta igual a vuestra estimación, que lo haga. Yo estoy por la paz y la tranquilidad, eso es. Sí, eso es lo que desea todo, perro que ladra así que se le amenaza con el palo dijo el herrador . Pero yo no tengo miedo ni de un hombre ni de un fantasma, y estoy pronto a apostar lealmente. Yo no soy un gozquijo que dispara.
Bien se puede apostar que a nadie se le ocurriría, en nuestro siglo, disculpar a San José de haber sido carpintero, y suponer que tenía Treses o Billetes hipotecarios. Ni por la nobleza de sangre se disculpaba la pobreza; antes el tener dinero ha sido en todos los siglos origen de hidalguía. Dineros son calidad, Más vale el din que el don, son refranes que corroboran mi aserto.
Las heridas del que sobrevive son lavadas con infusión de hojas de tabaco en vino de coco, teniéndose desde este momento en gran estima para apostar en su favor: pero si queda inútil para nueva refriega, es cuidado cariñosamente por su dueño, habiendo mediquillos y casas á propósito donde se dedican á curar sus heridas.
Si la abuela, en vez de prodigarme argumentos discutibles me ofreciese algo semejante, se puede apostar a que no vacilaría yo lo más mínimo, pues preferiría aventurar la desgracia de mi existencia mortal a arriesgar la salvación eterna... Pero el caso es que como no hay nada sólido en el mundo, las ideas han cambiado de tal modo, que la abuela no puede llamar al Cielo en su ayuda, aunque no le faltarían ganas.
Aparte la ciencia, que no era su terreno propio, don Robustiano podía apostar con cualquiera a campechano, alegre, simpático, y hasta hombre de excelente sentido y no escasa perspicacia. Pecaba de hablador. Al Magistral no le podía tragar, pero temía su influencia en las casas nobles y le trataba con fingida franqueza y amabilidad falsa.
Ya sabemos lo que el soldado apuesta; pero si vos perdéis, amigo Tristán ¿qué ganará con ello el otro? Yo nada tengo que apostar, replicó Tristán muy contrariado y mirando á Simón. Sí tienes, gigante mío, sí tienes, dijo éste.
Acababa de apostar con Frígilis que él hacía tantas docenas de cartuchos en una hora, y venía dispuesto a intentar la prueba. No pensaba en otra cosa. Llegó la luz. Quintanar miró con ojos penetrantes de puro distraídos a Petra. La doncella se turbó. Oye. ¿Señor?... Nada.... Oye... ¿Señor?... ¿Anda ese reloj? Sí, señor, le ha dado usted cuerda ayer.... ¿De modo que son las ocho menos diez?
Palabra del Dia
Otros Mirando