Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 8 de mayo de 2025


Que se vaya Pepe, ya que tiene otros compromisos. Ramoncito iba a decir que con todas las veras de su alma; mas por encima de la cabeza de la niña, Castro principió a hacerle signos negativos, con tanta furia, que el pobre dijo con voz apagada: No ... yo tampoco puedo.... ¿Por qué, Ramón? ...Porque ... tengo que hacer. Pues lo siento.

Margalida era otra a sus ojos: era una mujer. La transformación le dolía. Creyó que acababa de perder algo, pero se resignó ante la realidad. ¿Y cuántos son? dijo con voz algo apagada. Pepet agitó una mano al mismo tiempo que elevaba los ojos a la bóveda de la torre. ¿Cuántos?... Aún no se sabía con certeza. Lo menos treinta.

Ese hombre profirió Pablito sordamente debe de ser un novio que tenía Valentina hace algún tiempo... ¿Qué trataría de hacer? Pues si era el novio, como no fuese para darte una puñalada, no a qué había de subir. Pablito echó el brazo por encima del hombro a su amigo, no para sostenerse, aunque las corvas un poco se le doblaban, sino para decirle con voz apagada: ¿Crees eso?

Había en el ambiente de aquella época una multitud de ideas en estado de nebulosa, problemas en estado de esperanzas, generosidades en movimiento que debían condensarse más tarde y formar lo que ahora se llama el cielo tempestuoso de la política moderna. Mi imaginación casi desarbolada, pero no del todo apagada, encontraba en aquel objetivo algo que la seducía.

Hice esfuerzos sobrehumanos para olvidarte prosiguió con la misma voz temblorosa, apagada por la emoción, pero fueron inútiles... Estás metida a hierro y a fuego dentro de mi pecho... Has sido mi primero, mi único amor en este mundo... Me has hecho mucho daño, ¡mucho! pero aunque me hicieses mil veces más, no se borrarán de mi alma los momentos de dicha embriagadora que te debo... ¡Te quiero, , te quiero, te adoro!... Aunque me llamen cobarde, indigno, lo repetiré a la faz del mundo entero... ¡Si supieses cuánto he sufrido!

El, que en los comienzos de la enfermedad había pedido a Dios la vida de su hija, que después le había rogado que le concediese algunos años, luego algunos meses y más tarde solamente algunos días, contentábase con pedir para ella unas horas más de vida. Tengo frío dijo Magdalena con voz apagada.

Sólo con voz apagada y apenas perceptible exhaló, por último, como lánguido suspiro, un Buenos días, Sr. D. Fadrique. Buenos días, dijo también Clara, no con más aliento que su padre.

¡Ventajas! ¡ventajas! tengo la desgracia de no verlas, señor contestó con voz apagada don Rodrigo ; si llamáis ventajas el haber logrado que se sienten á vuestra mesa y hablen como amigos el señor duque de Uceda vuestro hijo, el conde de Olivares y don Baltasar de Zúñiga... Por el momento parecen desalentados, vienen á nosotros, olvidan sus diferencias y se estrechan las manos.

¿Cómo estás aquí? ¿Quién te ha dado permiso para entrar? ¿No te han dicho que no subas sin que te llamen? preguntó frunciendo aún más el ceño. Quería darte un beso dijo con voz apagada Josefina. Déjame de besos. Anda, y cuidado con subir otra vez sin mi permiso.

Su fisonomía es apacible y animada, su mirada benévola y su sonrisa bondadosa. La resignada es melancólicamente trivial: mirada apagada, sonrisa triste, modo de andar frío. A diez pasos y aun de más lejos se la conoce de una mirada.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando