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Actualizado: 5 de mayo de 2025


Quedaron atónitos los circunstantes de que con tan leve remedio se hubiese librado de aquella penosa enfermedad; mas cuando oyeron lo que por orden de Dios les refirió, fué increíble la conmoción, las lágrimas y el fruto; ni se quedó aquí solo, sino que en donde quiera que llegó la voz de este suceso se vieron los mismos efectos; y quien era bueno se alentó á perseverar, y quien malo, con la memoria de aquellos suplicios, corrigió el humor pecante que en él predominaba.

Es extraño que el poeta no hubiese preferido el verso octosílabo, tan propio del diálogo, y que imitase á los poetas eruditos de su época, orgullosos con la facilidad con que sabían manejar versificación más complicada y difícil. La aprobación, que encontraron los primeros ensayos de Encina, lo alentó á escribir pequeños dramas semejantes para otras festividades religiosas.

Esta respuesta encendió el ánimo de Muza, i lo alentó á conseguir presa tan fácil; i así, habida licencia del Califa, ordenó que el caudillo Taric con escogida caballería desembarcase en las opuestas costas andaluces, para reconocer la tierra. Con quinientos caballeros árabes i en cuatro barcos grandes pasó el estrecho de Hércules, i aportó felizmente á las marinas españolas.

Cuando mi padre se entregó al delirio poético amatorio en presencia de la duquesa, yo, presa del terror, abatí la cabeza y pensé: «La señora nos suelta los perros y salimos de estampía.» A la señora le cayó en gracia la ingenua osadía de mi padre, emitió un ajo encantador, y le alentó a que improvisase nuevos versos elegíacos.

Este hallazgo nos alentó con la seguridad de que en Paris no nos moriríamos de hambre por falta de mesa, y resolvimos solemnizarlo yendo á un café cantante, desde las seis hasta las ocho de la noche, y al teatro de la Gran Opera, desde las ocho y media hasta las doce.

Su aparición en aquel traje solemne hizo temblar a Marta en los primeros momentos, pero luego, dominada por la necesidad, se puso de pie sonriendo y respondió al saludo de Mathys con suave amabilidad. Esta acogida amistosa alentó al intendente, que se aproximó triunfante, y le dijo con expresión ligera: Mi querida Marta, estáis sin duda sorprendida de verme en este traje, ¿verdad?

El P. Superior Francisco Hervás llegó á los dichos pueblos tan postrado de fuerzas por el cansancio y por sus continuos achaques, que habiendo de quedar allí en un sumo desamparo, se vió precisado á volverse; y habiendo llegado quince leguas de San Juan, le fué á confesar el P. Juan Bautista de Xandra, aplicóle algún remedio, con que se alentó el P. Hervás y pudo llegar en hombros de indios á San Juan, donde se le administraron los demás Sacramentos y aplicaron algunos otros remedios, pero sin efecto, por hallarse muy debilitado y con ardientes fiebres, y al fin murió dos días después, á 24 de Agosto de 1723, teniendo 61 años de edad, 44 de Compañía y 27 de profesión de cuatro votos.

Volviendo ahora al hilo de la historia, bautizados los niños, no sólo de aquélla, sino de otras Rancherías, trató el P. Lucas de pasar á los Quiriquicas; mas los neófitos, á causa del invierno que amenazaba, emprendían de mala gana; aquel dificultoso viaje: empero representándoles el P. Lucas el galardón con que Dios premiaría sus fatigas en el cielo, los alentó tanto, que se sintieron increíblemente confortados á proseguir y durar en él.

Pensaba llevarlo a la consulta al día siguiente, y así se lo dijo, mostrándose el ciego conforme en todo con lo que la voluntad de ella quisiese determinar. Mientras comían, le entretuvo y alentó con esperanzas y palabras dulces, ofreciéndole ir, como él deseaba, a Jerusalén o un poquito más allá, en cuanto recobrara la salud. Mientras no se le quitara el sarpullo, no había que pensar en viajes.

Acaso es ésta una de esas idealizaciones con que la imaginación poética del pueblo embellece los tipos de la fuerza brutal que tanto admira; acaso la historia de los grillos es una traducción argentina de la quijada de Sansón, el Hércules hebreo; pero Facundo lo aceptaba como un timbre de gloria, según su bello ideal, y macho de grillos o bayoneta, él, asociándose a otros soldados y presos a quienes su ejemplo alentó, logró sofocar el alzamiento y reconciliarse por este acto de valor con la sociedad y ponerse bajo la protección de la patria, consiguiendo que su nombre volase por todas partes ennoblecido y lavado, aunque con sangre, de las manchas que lo afeaban.

Palabra del Dia

atormentada

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