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Actualizado: 30 de abril de 2025
Bueno... y ahora ¿qué se hace con perderse... con ir a la cárcel, mujer? Pero mujer... mira, considera.... No considero, no miro nada.... Este diálogo duraba mientras cruzaron las dos amigas el páramo de Solares en dirección al barrio de Arriba, por donde suponía Amparo que iba Baltasar acompañando a las de García hasta su casa.
Me dió una carta, que el Auditor de la expedicion reduccional habia dejado para el de la fluvial: regalóme un cordero y unos zapallos, quedándome corrido á vista de esta generosidad no tener mucho que regalarles. Solo esta indiada, como la pasada, es hermosa, culta, bien criada y vestida: despedíme de ellos, y aquí se quedó el indio que me vino acompañando.
Salieron la Artillería y la Diplomacia, y como la Marquesa había salido de la habitación un momento antes, quedamos solos otra vez Amaranta y yo. Sigue contando me dijo . Y ese señor tendero con quien servías, ¿ha venido contigo a Córdoba? No, señora: yo no he vuelto más a su casa. Salí de Madrid acompañando al Sr. de Santorcaz.
Respondió el Emperador, que lo sucedido contra los Catalanes y Aragoneses no habia sido hecho por su órden; y que así no trataba de dar satisfaccion, siendo verdad que poco antes mandó matar á Fernando Aones el Almirante, y á todos los Catalanes y Aragoneses que se hallaron en Constantinopla, que habian venido con cuatro galeras acompañando á María mujer del César, á su madre y hermanos, aun Montaner aprieta mas el hecho, pues dice que el propio dia se ejecutaron estas muertes.
¿En casa?... Jesús, hijito mío, y ¿qué te vas a hacer allí solo?... ¿Y si te da algo?... No, por Dios; ve con Leopoldina y vuélvete despacito. El duque de Bringas entró en el palco, y a poco llegó el tío Frasquito acompañando a su sobrina Valdivieso, que rebosaba, como siempre, entusiasmo y necedad, chismes y enredos.
No recuerdo haber visto tantos curiosos desde el día en que recorrí las calles de Londres acompañando á mi prisionero el rey de Francia. Un mar de cabezas cubría por completo la vasta llanura que se extendía desde la Puerta del Norte hasta los primeros viñedos del este de la ciudad y hasta las orillas del río.
Por las señales, no solamente había notado Nieves el suceso que tanto le había preocupado a él, sino que le había parecido muy mal, claro: como tenía que parecerle; como que había sido la mayor gansada que podía cometer un hombre acompañando a una señorita.
En todos los países que había visitado había subido a la montaña más alta, y si no las había, a la más soberbia torre. No se daba por enterado de cosa que no viese a vista de pájaro, abarcándola por completo y desde arriba. Cuando iba a las aldeas acompañando al Obispo en su visita, siempre había de emprender, a pie o a caballo, como se pudiera, una excursión a lo más empingorotado.
Como el público no cabía dentro del establecimiento, formaba corros fuera de él; y Friterini, ayudado por las mujeres, entraba y salía incesantemente con botellas y vasos. Sonaban las guitarras, acompañando los gritos y los palmoteos de la gente amontonada en torno á los bailarines.
Acompañando a Pipaón iba Salvador algunas veces a casa de Genara; solían comer juntos los tres, y cuando se encontraban Monsalud y Gracián también hablaban largamente del Estado y de la Iglesia.
Palabra del Dia
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