United States or Laos ? Vote for the TOP Country of the Week !


Le diría á la joven y á la pura, que contemplasen la letra escarlata que brillaba en su seno, que se fijasen en esa mujer, la hija de padres honrados, la madre de una criaturita que más adelante sería también una mujer, que recordasen que en un tiempo había sido inocente y que vieran ahora en ella la imagen, la encarnación, la realidad del pecado; y sobre su tumba, la infamia que la había acompañado en vida, sería también su único monumento.

Antes mendigar por los caminos, antes devorarse los dedos que mercar, por unas viles monedas, aquellas imágenes, que él siempre conservaría, para que auspiciaran su porvenir y le recordasen, en cada ocasión, de cerca o de lejos, ejemplos de piedad y de honra.

Ni doña Paula ni Teresa olvidaban jamás estos pormenores. Ellas eran las encargadas de oír la campana del coro, de apuntar las misas, de cuanto se refería a los asuntos del rito. De Pas cumplía con estos deberes rutinarios, pero necesitaba que se los recordasen. ¡Tenía tantas cosas en la cabeza!

Subió al mezquino cuarto que le habían destinado y se dejó caer sobre el lecho llorando como un niño. «No, aquella señorita tan rica, tan hermosa, tan elegante, quizá no recordaría ya al pobre aldeano de la Braña, quizá se avergonzaría si le recordasen que había correspondido á su amor y en prueba de él le había regalado los cordones de su justillo

Algunas de sus amigas tenían castillo. Otras, de antigua familia colonial, acostumbradas á menospreciarla por su origen campesino, rugirían de envidia al enterarse de esta adquisición que casi representaba un ennoblecimiento. La madre sonrió con la esperanza de varios meses de campo que le recordasen la vida simple y feliz de su juventud. Julio fué el menos entusiasta.

Don Marcelo sintió una alegría feroz. Su paternidad doliente experimentaba el consuelo fugitivo de la venganza. Julio había muerto, y él iba á morir también, no pudiendo sobrellevar su desgracia; pero ¡cuántos enemigos consumiéndose en estos pudrideros que dejaban en el mundo seres amados que los recordasen, como él recordaba á su hijo!...

Durante dos horas pudo creerse un vecino de la antigua Pompeya que había quedado solo en la ciudad en un día de fiesta dedicado á las divinidades campestres. Su mirada iba hasta el último extremo de las rectas calles, sin tropezar con personas ni cosas que le recordasen los tiempos modernos. Pompeya le pareció más pequeña en esta soledad.

Triste y abandonado, falleció el notable artista á solas con las negruras de sus pensamientos y la melancolía de su espíritu, y si dejó á las generaciones futuras obras hermosas, no tuvo el consuelo de que ni sus amigos y discípulos recordasen su nombre con ternura y derramasen lágrimas por su memoria.