United States or El Salvador ? Vote for the TOP Country of the Week !


Así y todo, del tiempo en que su madre venía todas las tardes y le atendía, existían allí muchas plantas de flores, grandes arbustos que con el tiempo y con aquel suelo feraz se iban trasformando en árboles frondosos. Mientras recorrían caminos arenosos, de los cuales el césped se iba apoderando por falta de limpieza, la condesa explicaba en voz alta cómo había llegado hasta allí.

Como no existía otra vida, no existían castigos y todos podían hacer lo que mejor placiera á sus instintos, sin miedo á la cólera de Dios. ¡La bestia libre y sin sanción alguna!

Vaciló repetidas veces sobre sus pies, como si alguien le empujase dándole un golpe en el pecho para enderezarlo acto seguido con un nuevo golpe en la espalda. Un olor de ácidos se esparció en el ambiente, dificultando la respiración, haciendo subir á los ojos el escozor de las lágrimas. En cambio, los ruidos cesaron de molestarle: no existían para él.

Cuando no existían aún los hombres maduros del presente, se refugiaron los dos en esta felicidad mediocre, en este aislamiento egoísta soñado durante largos años de trabajo: una casita rodeada de flores, con algunos árboles; un gallinero para ella, un pedazo de tierra para él, aficionado al cultivo de legumbres.

Cuando se acordaba de que existían prestamistas, es que iba a pedir lo que quizá en aquel momento no tenía... Sus pérdidas recientes en la Bolsa y su visita, sin resultado, porque no le encontró. Don Raimundo ataba estos cabos. Jacintito miró el reloj y dijo que se marchaba a la Bolsa. ¡Aquel era el gran día!

Era ésa una forma algo grosera de apreciar las relaciones que existían entre Silas y Eppie. Pero conviene recordar que muchas de las impresiones que Godfrey podía recoger respecto de la clase obrera de su vecindad, eran tales como para favorecer en él la opinión de que los afectos profundos no se armonizaban con las manos callosas y los débiles medios de la existencia del pueblo.

De algunos otros que se supone existian tambien en la Sierra y en la parte occidental de la campiña, no hay para qué hacer mencion espresa, puesto que ni sus nombres son claramente conocidos.

La falta de la consonante ñg, no constituye una diferencia y su omision se debe á un olvido sin duda alguna. Los alfabetos Ilocanos de Mas y Jacquet no difieren en nada y ambos carecen de las letras w y h, no por un olvido como supuso Jacquet, sino porqué en Ilocano no se conocen los sonidos que representan. Este autor, que no conocía el ilocano, supuso que existían en esta lengua w y la h.

Esta pieza suministra una prueba convincente, de que en el teatro español de aquella época no existían los cambios de decoración modernos; la escena varía á cada paso, y los personajes ni abandonan el teatro, ni interrumpen sus diálogos. Pág. 288. Una de las casas más célebres que tiene Sevilla es la Aduana, edificada en el sitio de las Ataraçanas.

Con sus propias manos había quemado las mejores flores que se habían abierto, en una noche santa, en su alma mísera y estéril. ¡Pobres flores perdidas! No tenían quizá la fuerza de una idea creadora; pero eran, con todo, lo más exquisito de su alma. Entonces no existían ya, y no se abrirían ya nunca. No hay perdón, no hay remedio; tal es la ley cruel de la vida. No podía continuar solo.