United States or Kuwait ? Vote for the TOP Country of the Week !


No lo creas, hija mía; no me equivoco: mis fuerzas me abandonan de día en día. Todas las mañanas cuando voy a despedirme de mi pobre Magdalena, me da el brazo José, que tiene cinco años más que yo. Afortunadamente prosiguió volviéndose al cementerio, esa ventana abre por casualidad sobre su tumba, de suerte que a lo menos podré contemplarla en el momento de morir.

Miró Freya al marino, haciendo una larga pausa. Por eso ustedes pegan continuó , por eso ustedes matan cuando sienten el amor y los celos. Son brutos, pero no son mediocres. No abandonan á una mujer por cálculo; no la explotan... Usted es un hombre nuevo para , que he conocido tantos. Si yo pudiese creer en el amor, me tendría á su lado por toda la vida... ¡por toda la vida!

Más lejos, encontré un cercado de piedras sueltas donde yacían, bajo unos arbustos, infinidad de cajas amarillas que los chinos abandonan sobre la tierra y donde se pudren los cadáveres. Me senté sobre una caja postrado de fatiga; mas un olor abominable flotaba en el aire, y al apoyarme sentí la sensación de un líquido viscoso que escurría por las hendiduras de las tablas. Quise huir.

Dos observaciones debo hacer, siempre con la mejor intención, para gobierno de mis lectores: La distancia más larga desde el centro de Santander al campo, se anda, á pie, en diez minutos. La localidad que abandonan en verano las familias que se van al campo, la aceptan como residencia campestre los que huyen de otras capitales á la nuestra.

Me han amenazado; me han llamado tramposa porque no puedo pagar... ¡tramposa! ¡a una señora como yo...! No puedo sufrir tanta vergüenza. Y si mis hijos me abandonan, me moriré, señor... presiento que estos disgustos me van a quitar la vida.

Vió a Federico y corrió al castillo para avisárselo a mi madre. ¡Ay, mi buena Marta! lo que yo tendré que sufrir no es nada, me lo merezco; pero vos... Sostenedme, no puedo más, mis fuerzas me abandonan. El aya oprimió a la joven contra su pecho, y la besó con ternura, murmurando a su oído palabras de consuelo. Ven, Elena dijo la viuda tomándola del brazo , no podemos permanecer aquí.

MANRIQUE. Leonor, respira, respira por piedad; yo te prometo respetar tu virtud y tu ternura. No alienta; sus sentidos trastornados... me abandonan sus brazos... no, yo siento su seno palpitar... Leonor, ya es tiempo de huir de esta mansión, pero conmigo vendrás también.

" Desprecia las amenazas del Océano le dice César ; tu temor nace de que ignoras a quien conduces. Lánzate en plena tormenta: yo te protejo. Los dioses no me abandonan nunca. Esta barca conduce a César: tal carga la defenderá de las olas." Laso de la Vega cuenta este episodio en un romance, núm. 554, de Durán: "...Adelante pasa, Pues la fortuna de César En tu barca te acompaña."

Esta pieza suministra una prueba convincente, de que en el teatro español de aquella época no existían los cambios de decoración modernos; la escena varía á cada paso, y los personajes ni abandonan el teatro, ni interrumpen sus diálogos. Pág. 288. Una de las casas más célebres que tiene Sevilla es la Aduana, edificada en el sitio de las Ataraçanas.

ASCLEPIGENIA. Mantillo y mariposa me abandonan. ¿Me abandonarás también, Proclo mío? PROCLO. Confieso que mi alma está destrozada. Tal vez haría yo bien en huir de tu lado para siempre; pero hay una fuerza que me retiene cerca de ti. En balde he querido espiritualizar, santificar la civilización antigua, risueña y amante de la hermosura, pero liviana.