United States or Malawi ? Vote for the TOP Country of the Week !


Era una diferencia apenas perceptible; tal vez un efecto del silencio nocturno, que aumentaba la intensidad de los sonidos. Los automóviles seguían llegando del frente, soltaban su cargamento de carne destrozada y volvían á partir.

Y luego rompió a cantar en lengua arábiga una extraña melopea, acompañándose con sonidos secos y acompasados que de las dos cuerdas sacaba. Oyó Benina este canticio con cierto recogimiento, pues aunque nada sacó en limpio de la letra gutural y por extremo áspera, ni en la cadencia del son encontró semejanza con los estilos de acá, ello es que la tal música resultaba de una melancolía intensa.

Entonces, desde la aldea, llegan de tiempo en tiempo los sonidos de la trompa del conductor de la diligencia, medio apagados por el ruido del viento y de la lluvia. ¡Ha concluido! dice él temblando. Tengo que irme! ¿Ya?... ¿esta noche? balbucea ella con voz sorda. El dice que con un ademán. ¿Y no te veré ya nunca? Un grito domina el ruido del huracán.

Embebidos en una deliciosa armonía de muchos instrumentos, podremos saborearnos en la percepcion de los sonidos hasta olvidarnos de la extension de los instrumentos, del aire, y de nuestros órganos: pero al contemplar un cuadro, aun en medio del entusiasmo mas ardiente, no puede desaparecer la extension.

Hace una hora se ha encontrado abierto el cuarto de vuesa merced y robado. ¡Robado! Y aquel robado, no fué un grito, sino un aullido, ni un aullido tampoco, porque no hay en ninguno de los sonidos que representan el dolor, el terror, la muerte, el fin de todo, la agonía, cuanto puede sentir y sufrir un ser humano, nada comparable al grito del cocinero mayor.

Lo único cierto es que el tiro se llevó la vida del doctor Esquilón, privando al país de una de las laringes mejor organizadas para emitir sonidos articulados que, a veces, parecían conceptos para hacer felices a los pueblos.

Por el fúnebre colorido del cuadro, por la lentitud en su desarrollo, por el exceso mismo de la atención con que yo le seguía, la visión de la muerte con todo su cortejo de tristezas se enseñoreó de de tal arte, que más que sentirla y estimarla en la región de las ideas, me parecía olerla y paladearla; confundía ya las sensaciones morales con los quebrantos del organismo, y el color y las figuras y los sonidos del triste cuadro caían a golpes sobre mi cerebro y me le contundían y fatigaban.

Entre las centenares de lenguas nacidas del Gran polinesiano, conocidas hoy día por el nombre de lenguas malayo-polinesianas, las semejanzas de sonidos, de gramáticas y de vocabularios son grandes y la numeración, naturalmente, es la que más demuestra su comunidad de orígen. El número cinco, principalmente, se puede afirmar que se dice de la misma manera en la mayoría de ellas: lima.

Tiene tambien en la composicion de sus vocablos muchas consonantes juntas, como tch, ch, chl, jn, jl, jr, lj y ts, que producen sonidos sumamente ásperos: casi todas las voces terminan en vocal; las muy contadas que se apartan de la regla, finalizan en las consonantes l, n, w, p, s, en ch francesa y en ch castellana.

El rincón era un suave remanso melancólico en el triunfo de luz y de sonidos del loco París. A veces, con el hórrido tintero y la pluma oxidada, que manoseaba el vulgo más gárrulo, Verlaine escribía un poema de maravilla. Pocas veces podía pagar sus ajenjos. Cuando llegaban algunos admiradores, algunos amigos, el poeta, tristemente borracho, pedía dinero.