United States or Venezuela ? Vote for the TOP Country of the Week !


No hay águila, ni ninguna otra ave de rapiña que más presto se abalance a la presa que se le ofrece, que nosotros nos abalanzamos a las ocasiones que algún interés nos señalen; y, finalmente, tenemos muchas habilidades que felice fin nos prometen; porque en la cárcel cantamos, en el potro callamos, de día trabajamos, y de noche hurtamos, o, por mejor decir, avisamos que nadie viva descuidado de mirar dónde pone su hacienda.

Las columnillas de humo de nuestros cigarros subían hasta juntarse en ligeras nubes que iban anidando en los casetones del artesonado, y el damasco que cubría las paredes tomaba un tinte de color más rico que de costumbre. La conversación empezó a languidecer, y llegó un momento en que ambos callamos, como si obedeciéramos algún misterioso mandato.

Todos callamos; detuviéronse las columnas que habían comenzado a marchar, y desde el primero al último soldado prestamos atención al tiroteo, que sonaba delante de nosotros a la derecha del camino y a bastante distancia. Corrieron por las filas opiniones contradictorias respecto a la causa del hecho.

De si tien o no tien dinero en el Banco. ¿Y a qué? Con su pan se lo coman. Con el nuestro, ¡ja, ja!... y encima codillo de jamón. ¡A callar se ha dicho! gritó el cojo, vendedor de La Semana . Aquí se viene a lo que se viene, y a guardar la circuspición. Ya callamos, hombre, ya callamos. ¡A ver!... ¡Ni que fuas Vítor Manuel, el que puso preso al Papa! Callar, digo, y tengan más religión.

Oído esto, casi todos los bisoños que poco antes reíamos a carcajada tendida, saludándonos con bravatas y dicharachos, conforme a la guerrera exaltación que nos poseía, callamos, mirándonos unos a otros, para cerciorarse cada cual de que no era él solo quien tenía miedo.

¡Al fin llegó tu hora, querida!... Así debe ser: la mujer siempre muy alta... ¿Qué se creen esos tíos? ¿Que porque somos buenas y callamos la mitad de las veces por evitar disgustos se nos ha de tratar como trapos sucios?... ¡Que se limpien!... Ya que le tienes bajo el pie, aprieta, hija, no temas; cuantos más sofocones le des más suavecito lo tendrás... Esos malditos hombres son así...

Callamos Presentación y yo, y atendimos también, ambos absortos y suspensos, porque la palabra de García Herreros, enérgica y sonora, era de las que imperiosamente se hacen oír y acallan todos los rumores de una Asamblea. Combatiendo las servidumbres, exclamaba: «¿Qué diría de su representante aquel pueblo numantino, que por no sufrir la servidumbre quiso ser pábulo de la hoguera?

Cualquier sepulcro que pusiera aquí, seria positivamente más sepulcro que las covachas que hemos visitado. El conserje se detuvo y calló. Todos nos detuvimos y callamos. El conserje permanece mudo, todos enmudecimos del mismo modo. Nadie respira, no se oye ni una mosca. ¿Qué significa esto?

Es hombre, luego es racional; callamos la mayor y ni aun la pensamos, porque en la idea de hombre y en su aplicacion á un individuo, vemos intuitivamente la de racional, sin gradacion de ideas ni sucesion de conceptos.

De lejos, de cerca, piense usted en que mi vida es suya...» Ella cerró los ojos. Yo continué: «Es la verdal. ¿Debería ocultarla? ¿No me ha enseñado usted a decir siempre la verdad? Por otra parte, ¿no la sabe usted ya?...» Ambos nos callamos.