United States or Vatican City ? Vote for the TOP Country of the Week !


Para cada cosa tenía su precio, aunque como había otras tiendas, porque acudiesen á la mía hacía barato. Pues Villancicos, hervían Sacristanes y Demandaderos de monjas, ciegos me sustentaban á pura oración ocho reales de cada una, y me acuerdo que hice entonces la del Justo juez, grave y sonorosa, que provocaba á gestos.

Si la casa es grande: «¡Qué hermosura! exclamo; esto es vivir con desahogo, esto es lujo y magnificenciaSi es chica: «Gracias a Dios me digo, que salí de esos eternos caserones que nunca bastan muebles para ellos; ésta es a lo menos recogida, reducida, propia, en fin, del hombre tan reducido también y limitadoSi es cuarto bajo: «No tiene escalera, digo y el hombre no ha nacido para vivir en las estrellasSi es alto el piso: «¡Bendito sea Dios, qué claridad, qué ventilación y qué pureza de airesSi es caro: «¿Qué importa? lo primero es tener buena habitaciónSi es barato: «Mejor; con eso emplearé en galas lo que había de invertir en mi vivienda

El material de planchas y grabados era inmenso, y se lo dieron por un pedazo de pan. Montó también esta especulación en gran escala, y los ciegos pudieron comprar la mano de romances a un precio fabulosamente barato.

Llegó la ocasión ineludible de cambiar el cuarto en que vivían por otro más modesto y barato. Doña Francisca, apegada a las rutinas y sin determinación para nada, vacilaba. La criada, quitándole en momentos tan críticos las riendas del gobierno, decidió la mudanza, y desde la calle de Claudio Coello saltaron a la del Olmo.

Está elegante como una institutriz de su tierra... Tiene la cara menos verde, y deja un reguero de olor barato: habrá comprado polvos y perfumes en la peluquería del buque... Y todo por usted, grandísimo conquistador... Hasta lleva zapatos nuevos. No le veo los tacones gastados de antes. Y Fernando, en el egoísmo de su deseo, acogía estas burlas con una satisfacción cobarde.

Luego se iban los dos, según su estado de fortuna, a comer lomo barato y cordero tierno en un «horno de asados» de los Cuatro Caminos, o gallinejas preparadas en los puestos inmediatos a Punta Brava. Comían al aire libre, en una mesita redonda pintada de rojo, sentados en duros taburetes.

Los amigos, unos falsos; la familia... buena pa comérsela con patatas. Todas esas cosas de rivoluciones y repartos, mentiras, palabras pa engañar a los pimplis. Esto es la única verdá, ¡el vino!: de trago en trago nos lleva entretenidos y alegres hasta la muerte. Beba, don Fernando; se lo ofrezco porque es nuestro, porque nos lo hemos ganado. Es barato: sólo cuesta una misa.

Los ferrocarriles que están en construccion acrecerán inmensamente tan luego como estén terminados la riqueza pública del Brasil, pues entónces será fácil y barato el trasporte del café desde las provincias del interior á los puertos del Brasil, trasporte que hoy se hace por medio de caballerías, con grandes dispendios y con el empleo necesario de mucho tiempo, porque ademas de ser grandes las distancias, faltan caminos.

Era el vino barato, el Jerez ordinario, que para envejecerse rápidamente era expuesto al calor solar. Fermín recordaba la suma de tiempo y trabajo necesarios para producir un buen Jerez. Diez años eran precisos para criar el famoso vino: diez fermentaciones fuertes se necesitaban para que se formase, con el perfume selvático y el ligero sabor de avellana que ningún otro vino podía copiar.

En el bulevar de la Poisonnière ó de San Dionisio, he visto hoy una especie de programa en que uno se presenta como candidato á la diputacion, alegando por título que vestirá á las mujeres mejor y más barato que ninguna casa de Paris. ¿Qué mayores ventajas podeis hallar en un diputado, dice á los electores, que la de contentar á vuestras mujeres?