Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 2 de junio de 2025


Agustín me participó aquella novedad que por muchas razones asumía la gravedad de un secreto en una larga noche de convalecencia que pasó a la cabecera de mi lecho. Recuerdo que era a fines de invierno: las noches eran todavía largas y frías, y el fastidio de volverse a su casa tan tarde le decidió a esperar el día en mi cuarto. A media noche vino a interrumpirnos Oliverio.

Y tanto menudeaba las pedradas y con tal furia, que un alguacil se vio obligado a volverse para castigarle. El muchacho se puso en salvo corriendo. A los dos minutos ya estaba allí otra vez apedreándoles y gritando: ¡Deja esa vaca, ladrón!... ¡deja esa vaca, ladrón!

Por esta parte bien podía estar tranquilo el bueno de Rubín, porque ni una sola vez, en los momentos de mayor fervor piadoso, le pasó a la pecadora por el magín la idea de volverse santa a machamartillo.

Y bien podía suceder, porque algunas que entraban allí cargadas de pecados se corregían de tal modo y se daban con tanta gana a la penitencia, que no querían salir más, y hablarles de casarse era como hablarles del demonio... Pero no, Fortunata no sería así; no tenía ella cariz de volverse santa en toda la extensión de la palabra, como diría doña Lupe.

Arturito tuvo que irse muy triste y desolado. No se le ocurrió, ni por un momento, dudar de la sinceridad de Rafaela ni de su reciente empeño de volverse santa. A todos los hombres nos ciega algo la vanidad y no acertamos a ver, en ocasiones, al rival que aparece, ni a descubrir en él mayor mérito que en nosotros, ni más seductores recursos.

El cochero dejó al caballo que ascendiese lentamente la cuesta continua de Possilipo. Se preocupaba ahora de no volverse para no ser molesto. Conocía bien á los que hablaban á sus espaldas: «Enamorados; gente que no desea llegar pronto.» Y olvidó sus ofensas, pensando en la generosidad del señor al ir en tan buena compañía. Ulises le hizo detenerse en lo alto de Possilipo.

La divinidad, fatigada de tanto rezo contradictorio, iba á volverse de espaldas para no oir á unos ni á otros. ¿Por qué no se marchaba esta mujer fatal?... Lo mismo que al principio de las hostilidades, volvió á sentir el tormento de su presencia. Doña Luisa repetía inconscientemente las afirmaciones de su hermana, sometiéndolas al criterio superior del esposo.

Pero ese muchacho, interrumpí, va a acabar por volverse loco, llevando semejante vida, parecida a la que hacía Amadís; es preciso sacarlo de ella. Indudablemente, contestó el cura, eso mismo he pensado yo y he puesto los medios para que termine.

Acabó por adormilarse, que no eran para menos la inacción en que se encontraba, la insistencia de un mismo pensamiento, esto es, su casa y su cocina, y el lento, contínuo, incesante rumor de la lluvia. De repente le hizo volverse despavorido una mano que se apoyó fuertemente en su hombro. Encontró delante de al padre Aliaga.

Dirigiose sobresaltado a los que dormían con intención de despertarles, pues no había tiempo que perder; pero al volverse hacia donde debía estar tendido el tío Billy, vio que éste había desaparecido. Cruzó rápidamente por su mente una idea desagradable, y una maldición salió de sus labios. Voló hacia donde habían atado a los mulos: ya no estaban allí.

Palabra del Dia

dermatológicas

Otros Mirando