Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 29 de mayo de 2025
Felizmente, Diana, viva y cordial, hizo desaparecer pronto la turbación que se había producido entre ellos. Ciertamente, más que nunca; ¿lo dudaban ustedes? Marca treinta grados sobre cero. María Teresa, no; ella no dudaba; pero yo, ¡dudaba! ¡Diana! exclamó María Teresa, realmente ofendida por la ligereza de su prima. Y bien, ¿no es verdad, acaso?
Hay un rostro celestial, Que si el rubor lo colora El corazon enamora, Y espresa el mas puro amor; Pero en cada despedida Palidece su semblante, Y mas que su lábio amante Me dice su turbacion.
Era Sorege que, según su promesa, venía á saber qué había sucedido. Mi turbación y el desorden de mis vestidos le dijeron bastante sin duda, pues me cogió por un brazo y me dijo bajando la voz: ¿Está usted loca? ¿Qué significa?... Suba usted conmigo.
Si hubiera visto a madama Scott y miss Percival en su casa de París, en medio de todos los esplendores del lujo, en todo el brillo de su elegancia, las habría mirado de lejos, con curiosidad, como preciosos objetos de arte; luego habría vuelto a su casa y dormido, como de costumbre, lo más tranquila y apaciblemente del mundo. Sí; mas no había sucedido así, y de ahí nacía su asombro, su turbación.
Una Relación contemporánea del suceso que se conserva en la Biblioteca Colombina, y que debió ser escrita por un testigo ocular, dice al llegar á este punto: «El humo, la confusión, voces y llantos, particularmente de las mujeres, fué tan grande, que unas se arrojaban de las ventanas, otras de los corredores y otras caían desmayadas, medio muertas; fué mucho mayor el daño que la turbación les causó, que el que el mismo fuego les pudiera hacer, si advertidamente y con orden fueran saliendo; pero como el miedo de la muerte no da lugar á estos discursos, cayendo unas y tropezando otras en las caídas, empezaron juntamente con el humo á subir al cielo las voces y quejas de los que se ahogaban sin remedio, como las de los que faltándoles ya las mujeres, ya los maridos, ya los hijos, ya los parientes y amigos, juzgaban el peligro en que quedaban aunque estaban ya fuera.
Ya me quiere echar... ¿ve usted...? dijo Moreno mirando a Barbarita y esforzándose en sonreír para ocultar su turbación . Y luego quieren que no viaje. No, no le conviene andar siempre de ceca en meca, como un viajante de comercio que va enseñando muestras.
Pues bien: él se presentaba para que remediase el mal causado. Siempre le había tenido por amigo y esperaba que como tal se portase... porque de no ser así... El cansancio, la turbación nerviosa de una noche de emociones, no permitieron a Fermín un largo disimulo, y la amenaza asomó a sus labios al mismo tiempo que brillaba en sus ojos.
D. Luis volvió a entrar con luz, con pompa y majestad, y como dueño legítimo y señor adorado, en aquella limpia alcoba, donde poco más de un mes antes había entrado a oscuras, lleno de turbación y zozobra.
Al primer campanillazo mi corazón se puso a latir tan fuerte, que me quedé como petrificada en la silla. Eran los Marqueses de Oreve, que notaron en seguida mi turbación. ¿Está usted mala? me preguntaron al mismo tiempo. ¿Elena? preguntó mi padre. Ha estado alegre todo el día como un pájaro de primavera. Nuevo campanillazo y nuevo ahogo.
Estando en esta turbacion tuvieron aviso cierto de la muerte de Roger, y de la universal matanza de los Catalanes y Aragoneses en Andrinopoli, y juntamente de la que en la comarca de Galípoli se ejecutaba por órden de Miguel.
Palabra del Dia
Otros Mirando