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Actualizado: 26 de mayo de 2025
Por fin llegaron al Empíreo, donde según Alfonso el Sabio, habitan los santos, los ángeles, los tronos y las dominaciones, todos ocupados en la perdurable alabanza del Señor.
La gran revolución social y religiosa, saliendo de los aristocráticos salones de Versailles, para volcar los tronos y ensangrentar y envenenar la Europa con el virus de la Enciclopedia: he aquí el argumento de esta novelesca historia por demás instructiva é interesante.
«Con lanza enristrada cruzó como rayo Llevando la enseña del pueblo de Mayo Del Plata á los Andes y ardiente Ecuador; Y reales diademas, y tronos y cetros Se hicieron pedazos, cual viejos espectros, Crujiendo á las plantas del gran lidiador.» El centinela alzó la noble frente Que súbito relámpago cruzó; Y atónito, el fusil resplandeciente Ante los huesos frios presentó.
Probablemente estarian desiertos y abandonados aquellos hermosos palacios, y sus antes deliciosos jardines yermos y convertidos en madriguera de alimañas. ¡Los bereberes habrian despojado sus lujosos pabellones, robado todas sus riquezas, destrozado aquel artificioso estanque de líquido mineral, aquellos tronos de oro y pedrería, aquellas fuentes de bronces y mármoles, aquellos baños voluptuosos, aquellos artesonados de oro, mármoles trasparentes y maderas incorruptibles, aquellas arcadas de ébano y marfil, aquellas costosas alfombras, aquellos doseles de brocado!... Muchos cercos sufrió la antigua sede del Califado andaluz desde D. Alfonso VI hasta S. Fernando en poco mas de cien años, y en este tiempo no hallamos que hicieran aprecio alguno de la desolada y desierta Medina-Azzahra ni los almoravides, ni los almohades sus impetuosos sucesores.
27 Entonces respondiendo Pedro, le dijo: He aquí, nosotros hemos dejado todo, y te hemos seguido; ¿qué pues tendremos? 28 Y Jesús les dijo: De cierto os digo, que vosotros que me habéis seguido, en la regeneración, cuando se sentará el Hijo del hombre en el trono de su gloria, vosotros también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.
Creo que hasta los muertos se levantaban para gritar «¡Viva el Emperador!», y cuando a la noche siguiente encendimos una gran hoguera en este mismo sitio donde ahora estamos, y vino él a situarse allí enfrente para recibir al Emperador de Austria, parecía un dios rodeado de aureola de fuego y teniendo al alcance de su mano los rayos con que destruía tronos y reyes, imperios y coronas.
Si hemos de prestar, pues, al rey Don Felipe el testimonio de nuestra admiración porque se anexionó a Portugal, digámoslo así, valiéndonos del verbo que hoy está en moda, ¿qué pasmo, qué asombro, no debe inspirarnos, el rey Víctor Manuel con su Cavour y con su Garibaldi, cuando, después de tomar el Milanesado por mano de franceses y por mano de alemanes el Véneto, príncipe poco antes derrotado y multado por Austria, se atreve a derribar y derriba varios tronos, sin excluir el temporal del Papa, se apodera de Nápoles y de Sicilia y funda la unidad de Italia, aspiración secular jamás cumplida desde los tiempos del rey bárbaro Teodorico?
En el fondo del abismo bramaba el torrente, sacudiendo su parda y espumante melena, colérico y oprimido, contra cada peñasco que le cerraba el paso para procurarle una caída. Y arriba ... un cielo maravillosamente bello, como un lago Leman suspendido en la atmósfera, coronando y arropando las cúpulas de los nevados, que nos parecian los tronos resplandecientes y severos del genio de la Suiza....
Todos los tronos y las sedes le servirían de escala para elevarse hasta los cielos y recibir él solo la consigna del Altísimo. Su sombra cubriría las comarcas y los mares; y las naciones le mirarían como al nuevo arcángel, armado del hierro y la llama, vencedor de Satán. Entretanto España se consumía. La fiebre de aquel monstruoso delirio le secaba los miembros.
26 mas vosotros, no así; antes el que es mayor entre vosotros, sea como el más joven; y el que es príncipe, como el que sirve. 28 Pero vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis tentaciones. 30 para que comáis y bebáis en mi mesa en mi Reino, y os sentéis sobre tronos juzgando a las doce tribus de Israel.
Palabra del Dia
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