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Actualizado: 20 de mayo de 2025


¡Adiós, adiós, hasta mañana temprano! dijo Frígilis librándose de la mano trémula que le sujetaba un brazo. «¡Egoísta, pensó don Víctor al quedarse solo ; es la única persona que me quiere en el mundo... y es egoísta!». Se abrió la puerta. Vaciló un momento.... Se le figuró que del patio salía una corriente de aire helado....

Contemplando tu faz agonizante, contemplando impotente que arrastraba mis venturas la Muerte en su fiereza, "¡En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu...!", clamaba trémula de estupor mi voz desesperante.

Sucedió uno de esos solemnes silencios que se hacen oír; uno de esos silencios cuya duración no se puede contar: uno de esos silencios que son más elocuentes que todas cuantas palabras pudieran imaginarse para reemplazarles. Luego Amparo dijo con la voz trémula, como aterrada: con acento incomprensible: ¿Lo manda él? El desea que ... vivas mejor... que... en fin...

Di mejor la voz de los muertos. ¡Por San Juan del dedo! hoy es el día de los difuntos, mujer, y los náufragos que nosotros... aquí una pausa , podrían muy bien venir a arrastrar a nuestra puerta el carriquet-ancou , con sus vestidos blancos y sus lágrimas sangrientas respondió el desollador en voz baja y trémula. ¡Bah! ¿qué podemos temer?

A la sazón salía Ricardo; vióle Teresa, y la pobre niña se encendió como una amapola, bajó los ojos, y se adelantó. Cuando yo le tendí la mano estaba trémula y sofocada por la exitación. Mi «amigo» la miraba desdeñoso y altivo. No bien nos alejamos de la botica, se soltó Luisa: ¡Conque se casa usted!

Bastábale para ser feliz y considerarse dueño de Tónica oír su voz, trémula por la emoción que le causaba un paseo tan íntimo. De pronto, Juanito pareció despertar. ¡Qué diablo! Ya estaban casi en la mitad del camino, cerca del Mercado, y él callaba, sin atreverse a decir lo que tan pensado tenía.

¡Pues qué es usted.... Dios mío! Y Lucía cruzó acongojada las manos. Lo que el Padre Urtazu llamaría... un incrédulo. ¡Ah! gritó ella con ímpetu . El Padre Urtazu diría que son unos malvados los incrédulos todos. Pudiera añadir el Padre Urtazu que todavía son más infelices. Es verdad replicó Lucía trémula aún, como arbusto sacudido por el cierzo . Es verdad: todavía más infelices.

Pero la viuda no quería dejarle tiempo para que reflexionara; había sabido por un sirviente lo pasado en el bosque y lo interrumpió con voz trémula: Esperad lo peor que pueda imaginarse, Mathys. La condesa no se ha atrevido a decirme abiertamente su pensamiento, pero he comprendido muy bien por sus palabras que no retrocedería ni ante un atentado.

La huérfana estaba tan trémula y aterrada, que no dijo palabra, ni trató de huir, ni lloró siquiera. Creyó tener en derredor un círculo de asesinos. ¿Qué ha hecho? ¿qué hay? dijo uno. Que ha robao ese lío que lleva bajo el brazo. Muchacha, ¿donde has tomado ese lío? dijo el que la tenía asida. Clara no contestó A la cárcel con ella dijo uno de los presentes. ¿Dónde has tomado ese lío, muchacha?

Tambaleándose entró en su alcoba, bebió con mano trémula un sorbo de agua y dejóse caer sin fuerzas en una butaca, mirando la carta que tenía en las manos, sin osar abrirla. El pasado entero se le vino a la memoria de un golpe, como una de esas grandes olas que revientan en la playa, borrando por completo la espuma de otras menores.

Palabra del Dia

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