Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 23 de mayo de 2025


Caían los besos sobre ella como una lluvia sonora, con chasquidos de pasión, que agrandaba el eco del cementerio. Feli revolvíase entre sus brazos, intentando en vano librarse de ellos. Al moverse, los colores cambiaban de sitio, pasando de una parte a otra de su cuerpo adorable. Todos los resplandores de la luz desfilaban por su boca.

En ella la barbarie y la tosquedad eran tales, que ahogaban los sentimientos generosos que a veces brotaban en su corazón cual hierbecilla en la grieta húmeda. Una religiosidad sonora y supersticiosa no bastaba a suplir en ella la falta absoluta de luces y de ideas morales.

¿Qué os espanta, señora? dijo el duque mientras doña Ana le conducía á tientas hacia un lado de la cámara. Me espanta dijo doña Ana con su sonora y dulce voz de mujer hermosa , me espanta la situación en que me encuentro, que es horrible. ¡Horrible! No alcanzo á comprenderos; ¿horrible porque yo estoy aquí? ; , señor, porque si mi situación no fuese horrible, no estaríais vos aquí.

Y Juan Montiño tiró hacia las escaleras, y siguiendo al lego portero recorrió el claustro alto hasta el fondo de una obscura crujía, donde el lego abrió una puerta. Nuestro padre dijo el lego , aquí está el hidalgo que viene de palacio. Adelante dijo desde dentro una voz dulce, pero firme y sonora. Montiño entró. El lego se alejó después de haber cerrado cuidadosamente la puerta.

A esta raza pertenecían los hombres de la citada camarilla, en la cual se daba siempre a don Simón la butaca de preferencia, no tanto por la importancia mercantil de éste, cuanto porque nadie leía mejor que él, con voz más recia y sonora, ni con mejor sentido, los artículos de fondo del periódico, todas las noches, a los congregados. Pero vamos al caso.

Amparo, que no se dejaba sobar por nadie, según decía a cada momento, aunque a cada momento se pusiese en contradicción consigo misma, presa de un furor irresistible, con los ojos llameantes de ira, alzó la mano tomando vuelo y descargó en las limpias y amoratadas mejillas del prócer una sonora bofetada.

Cual vorágine furiosa Todo arrastra en su carrera, Cual las pajas de la hera Que arrebata el huracan; Y del genio poseido, Rie, llora, nos encanta, Y atrevido nos levanta En sus hombros de titan. Tus cantos serán oidos En el pueblo americano, Como el nombre de Belgrano, De Bolívar, San Martin, Como se oyó en otros dias La corneta atronadora, Y la armonía sonora De Chacabuco y Junin.

La casa, un poco sombría por el abandono del conde, el humor tétrico de la tía Etelvina y el carácter débil de Isabel, había cambiado notablemente de aspecto. Estaba ahora riente, sonora, gozosa, merced al ambiente de franqueza y alegría que mi adorada esparcía en torno suyo. El conde paraba más tiempo en casa.

Ayela, de horror transida, que en la voz jóven, sonora, á Ataide escuchado habia, sus fuerzas cobrando todas, por un milagro de amor, cual revive luminosa y brilla por un momento una luz que á su fin toca, ansiosa, rápida, ardiente, corrió, llegó, y animosa entre las fieras cuchillas se arrojó, sublime, heroica, para defender la vida del que era su sangre propia.

Y cuando ya los dos se estaban alarmando, por aquella quietud momificada de su huésped, éste dió un respingo en la silla y dijo, con la voz entera y sonora. Perdone un momento, don Juan; me van ustedes a permitir unas preguntas, y aunque les parezcan extrañas han de responderme sin hacer comentarios, ¿no?

Palabra del Dia

bagani

Otros Mirando