United States or Bangladesh ? Vote for the TOP Country of the Week !


Detrás de ellas existían hombres silenciosos, que comían y pensaban; pero eran cadáveres animados, que la estrechez de su tumba obligaba a la inmovilidad; vivos que únicamente sentían la vida a son de corneta, al recibir el rancho por el ventanillo o al salir al sol, para pasear, como fieras enjauladas, durante algunos minutos.

Juraría dijo que al llegar á la puerta por la parte de adentro, he sentido pasos silenciosos, pero precipitados, que se alejaban. No importa, yo volveré y veremos lo que esto significa. Dadme la mano para que os guíe, fray Luis. El padre Aliaga dió á tientas la mano al bufón. Estáis muriendo, padre; vuestra mano está fría como la de un muerto dijo el bufón al sentir el contacto de aquella mano.

Aquel que penetra en los inmensos y silenciosos claustros de San Pedro de Roma, en uno de esos tristes días sin luz en los cielos y sin movimiento en la tierra, siente que se infiltra lentamente en su alma un sentimiento nuevo, por lo menos en su intensidad.

Languideció la conversación entre Artegui y Lucía, y ambos se quedaron silenciosos y mustios, él con su acostumbrado aspecto de fatiga, ella sumida en profundo recogimiento, dominada por la melancolía del anochecer.

Ambos permanecieron silenciosos: ella inmóvil, sin valor para rechazarle; él en la misma postura, sintiendo en la frente el dulce calor del pecho de su amada. Al cabo de unos cuantos minutos dijo Cristeta: Vamos, no te apures... mírame cara a cara. ¿Sirve esta pobre mujer para convencerte de que no lo has perdido todo?

No podía verse el semblante de ninguno de ellos, porque estaban replegados en mismos, en un ángulo los dos hombres, silenciosos y sombríos, y en otro, las dos mujeres abrazadas, una de las cuales lloraba silenciosamente. Pasó como media hora, y con el frío del calabozo, que era mayor que el que hacía al aire libre, y con la inmovilidad, pasó el vértigo que dominaba al cocinero mayor.

Algunos árabes de bronceada y nerviosa delgadez permanecían silenciosos, pero avanzaban el cuello lo mismo que los caballos de carreras, brillando sus ojos de brasa con un fulgor homicida, mostrando sus dientes ansiosos de morder.

El señor Aubry hizo un movimiento; temiendo despertarlo, volvieron a su lado y permanecieron silenciosos en la calma del cuarto. Entonces, bajo la influencia algo misteriosa del silencio y de la luz discreta de la lámpara, el bienhechor olvido expulsó del alma de Juan todo lo que no era la real felicidad de la presencia querida.

El viejo Desnoyers se irritó al conocer la última hazaña de su hijo. Laurier le inspiraba un gran afecto. La solidaridad instintiva que existe entre los hombres de trabajo, pacientes y silenciosos, les había hecho buscarse.

Los viejos mientras tanto silenciosos proseguían su obra, pero el sueño empezaba á acometerles y daban alguna que otra cabezada. La acequia que corría por debajo del molino con su murmullo sordo y el ruido monótono que hacían los molares de piedra al rodar en los cajones convidaban á dormir. La charla de los jóvenes en voz baja era cada vez más íntima.