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Actualizado: 13 de octubre de 2025
La escolta de la novia, mucho más numerosa, parecía poblado hormiguero: viejas y mozas llevaban el sacramental traje de negra lana, que viene a ser como uniforme de ceremonia para la mujer de clase inferior, no exenta, sin embargo, de ribetes señoriles: que el pueblo conserva aun el privilegio de vestirse de alegres colores en las circunstancias regocijadas y festivas.
D. Carlos, después de anotar, gozando mucho en ello, la cantidad desembolsada, despidió a Benina con un gesto, y mudándose de capa y encasquetándose el sombrero nuevo, prenda que no salía de la caja sino en días solemnes, se dispuso a salir y emprender con voluntad segura y firme pie las devociones de aquel día, que empezaban en Montserrat y terminaban en la Sacramental de San Justo.
Hecha la decisión, se llamó á un guía, y este, que era un viejo tulisan de los más conocedores del bosque, oyó con toda la imperturbable indiferencia india nuestros deseos, contestando con un sacramental y lacónico yo cuidado. El yo cuidado, en el lenguaje filipino, es la síntesis de la filosofía, es el extracto del refinamiento del yo y el no yo de Hegel y Krausse aplicado á la India.
Petición de Alonso Caballero autor de comedias para que la Ciudad le deje representar con un carro suyo el día del Corpus, 9 Abril 1672 . Petición de Alonso Cano autor de comedias sobre que se le libre la joya del Auto Sacramental del día del Corpus . Isidoro de Herrera autor de danzas dirigió memorial á la Ciudad hallándose preso en la cárcel Real.
Ambas en Valencia, 1559. Valencia, 1565. Coloquio pastoril. Valencia, 1567. Auto de la oveja perdida en Cuaderna espiritual al Santísimo Sacramento y á la Asunción. Valencia, 1597. Hay otras dos colecciones de autos sacramentales de Juan de Timoneda, muy raras, con el siguiente título: Ternario Sacramental, en el cual se contienen tres auctos: El de La Oveja perdida. El de El Castillo de Emaús.
He encontrado en los antiguos libros de cuentas, á que me he referido antes, noticias abundantes acerca de las representaciones dramáticas que hubo este año y los doce siguientes en la corte; pero como aluden á una época del teatro español, tardía ya y menos importante, me contento con extractar de ellas lo que sigue: El 7 de julio de 1685 se dió orden de preparar el salón pequeño del Buen Retiro para la representación del auto sacramental A Dios por razón de Estado.
Los dos se aproximaron simultáneamente, cruzáronse los aceros a seis pulgadas de la punta y luego de separarse un tanto los padrinos a derecha e izquierda respectivamente, comenzó la brega en seguida que se oyó la frase sacramental: ¡Pueden empezar, caballeros!
El sargento primero, al pasar lista a su compañía, repite las mismas palabras; el niño al levantarse de la cama saluda al día con la frase sacramental.
Las santísimas formas de Alcalá, auto sacramental, del Dr. D. Juan Pérez de Montalbán. El sol á media noche, auto del nacimiento de Christo, de Mira de Mescua. La gran casa de Austria, auto sacramental, de Don Agustín Moreto. Entre día y noche, auto sacramental, del maestro José de Valdivieso. La cena de Baltasar, auto sacramental, de D. Pedro Calderón.
Y era preciso sacarle de allí, porque se acercaba la hora sacramental, las cuatro, y había que ejecutar el escamoteo de la olla. Trampeta se agitó, hizo a sus adláteres preguntas referentes a la biografía del vigilante, y averiguó que tenía un pleito de tercería en la Audiencia, por el cual le habían embargado los bueyes y los frutos.
Palabra del Dia
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