United States or French Guiana ? Vote for the TOP Country of the Week !


Ramón, de Montalbán, de Mira de Mescua, de Matos Fragoso, etc... y pronto se completa la suma indicada por la Huerta.

El ingenio de Montalbán claudicaba también por su escasa energía, y por consiguiente, era incapaz de infundir animada vida en los objetos á que se aplicaba; no podía profundizar nada, lo cual, juntamente con su escaso acierto poético, le impedía elegir, entre los objetos que se le presentaban, aquellos conceptos que deben llamar exclusivamente la atención del poeta, y de aquí que lo trivial y lo insignificante sin belleza valgan para él lo mismo que sus contrarios, y que, en vez de mostrar ingenio verdadero y perspicaz, sólo nos ofrezca rasgos de frívola y vulgar agudeza.

De La gitanilla de Madrid, de Solís, que, como indica su título, se refiere á la novela del mismo nombre, de Cervantes, y, además, á un drama antiguo de Montalbán, dice Signorelli, poco afecto á los españoles, como es sabido, lo siguiente: «Esta comedia, traducida al italiano por Celano, es deliciosa en español.

Para mi santiguada, que tengo por cierto que si Reinaldos de Montalbán hubiera oído estas razones al hombrecito, tapaboca le hubiera dado que no hablara más en tres años. ¡No, sino tomárase con ellos y viera cómo escapaba de sus manos!

El más implacable de todos fué el célebre D. Francisco de Quevedo y Villegas , que publicó un libelo contra el Dr. Juan Pérez de Montalbán, graduado no se sabe en dónde ni en qué facultad.

Ordena, además, ¡oh deidad poderosa! á todos los poetas españoles, que han dividido entre , como piadoso legado, la capa y el espíritu de su maestro Lope, que prosigan escribiendo comedias; y que Montalbán, tan aplaudido hasta ahora, no se deje arrastrar de la censura de cierto crítico, por haber sido demasiado complaciente con el público en su comedia La vizcaína, haciendo aparecer un mismo personaje bajo tres disfraces distintos; antes bien, que continúe escribiendo siempre, que siempre acertará como debe esperarse de tan inspirado poeta, y que sus obras alcanzarán la aprobación general, mientras imite á Lope su gran maestro.

Por desgracia, nada de esto puede alabarse en Montalbán. Apreciaba, según parece, el mérito de su gran maestro más por la cantidad que por la calidad de sus obras, juzgando que para alcanzar, siquiera aproximadamente, su fama poética, había de rivalizar con él en la velocidad del trabajo.

Todos estos nombres y noticias se han tomado de los Hijos ilustres de Madrid, de Baena, y del Para todos, de Montalbán. Fuster, Biblioteca valenciana. D. Nicolás Antonio. Muchos de los mencionados, como Montemayor, Silvestre y Garci-Sánchez, se llaman sin razón poetas dramáticos. Cascales, Tablas poéticas, lib.

7 La adúltera penitente, de tres ingenios. 8 El Job de las mujeres, de D. Juan de Matos. 9 El valiente justiciero, de D. Agustín Moreto. 10 La razón busca venganza, de D. Manuel Morchón. 11 Gravedad en Villaverde, del Dr. Juan Pérez de Montalbán. 12 El Rey Enrique el Enfermo, de seis ingenios. 1 La vida de San Alejo, de D. Agustín Moreto. 2 El ermitaño Galán, de D. Juan de Zavaleta.

El Rey, que alardeaba de literato, no le mandó retratar a los poetas que dieron gloria a su reinado, ni a Montalbán, ni a Salas Barbadillo, ni a Vélez de Guevara, ni a Rojas, ni a Moreto, ni a Tirso, ni a Calderón, ni a Lope, sino a sus bufones: y no hace falta fantasear para creer que los pintó con cierta dulce simpatía: eran sus compañeros, juntos figuraban en las nóminas de Palacio.