United States or Colombia ? Vote for the TOP Country of the Week !


El descanso es ansiado tan sólo cuando el cuerpo está cansado; agua ansía el sediento; tener hambre es forzoso, para que sea ansiado el alimento; sentirse débil para ansiar la ayuda; ciego para anhelar el sol hermoso... y para tener , sentir la duda. ¡Placer!... Mentido ensueño, rayo que presta luz sólo un instante y deja en pos de terrible huella; que con tenaz empeño, sigue al amor el pesaroso hastío, la sórdida avaricia á la riqueza, á la amistad el desengaño frio, la ambicion al poder, y la tristeza á la expansiva risa del contento.

Y llegaba él, para fijarse en su belleza marchita, inadvertida de los otros, y la despertaba misericordiosamente, tomándola en sus brazos, elevándola hasta su boca. Esta felicidad había durado poco. Un pequeño rayo de sol, una risa de oro en el limbo de su existencia: un relámpago de luz alegre, y luego la noche otra vez, la desesperación de reconocer su decadencia.

Pasará, es seguro; pero mientras tanto, ¿cómo puedo vivir?... Acabas de librarme de una congoja moral con el olvido de esa deuda. Te lo agradezco. Pero yo necesito trabajar, ¡yo quiero ganar dinero! ¿Qué me aconsejas?... El quedó estupefacto. ¿A qué trabajo podía dedicarse Alicia?... Su pregunta era para ser contestada con una risa.

Ya sabía que el llanto era la terminación de la crisis de cólera, la sedación del acceso, mejor dicho, y cuando tal sucedía, lo mejor era soltar la risa, llevando la disputa al terreno de las burlas sabrosas. «Pues , señora Doña Francisca le dijo abrazándola . ¿Creía usted que habiéndome salido ese novio tan hechicero y tan saleroso, le había de dejar yo en necesidad, sin darle para el pelo?

Celebró el conde la frase con mucha risa, y el clérigo contestó á sus metálicas carcajadas con otras sonoras y campestres, que produjeron algunos instantes de algazara en el comedor. La condesa sonreía dulcemente, mientras el señorito Octavio seguía ejecutando esfuerzos prodigiosos y titánicos para que los chistes del presbítero le desternillasen de alborozo.

Castropardo sufrió otro acceso de hilaridad, y pudiendo apenas decir entre su risa «¡Pues tiene sombra la pregunta!», fue a contar al oído de la duquesa la ocurrencia de la colegiala.

La gente silbaba, me tiraban boteyas... hasta le fartaron a mi probe mare, ¡y tan contento!... ¡Cómo te divertirías, ¿he? sinvergüensón!... Su mirada de ebrio creyó ver temblar con estremecimiento de risa el brillo del hocico barnizado y la luz de los ojos de cristal. Hasta se imaginó que el cornúpeto movía el testuz, asintiendo a esta pregunta con una ondulación de su cuello colgante.

El hombre del negro chambergo, interpretando mal el silencio del maestro, alzó la cabeza con una risa irónica y salvaje y exclamó: ¿La quiere para usted sólo, verdad? ¡Ni una palabra más!

Para él se acabó lo imprevisto; se acabarán los deliciosos disparates. ¡Desgraciada la boca tapiada a la risa! Ahora, ciencia, trabajo, suegro, amas de cría. Terrible cosa es recibir el adiós a la libertad, y ver la espalda a la juventud fugitiva. ¡Bienaventurados los chiquillos, porque de ellos es la vida! Tienes una bonita casa dijo Isidora sin hacerle caso . ¿Cuánto te cuesta?

490 Es tenaz en su barbarie: no esperen verlo cambiar; el deseo de mejorar en su rudeza no cabe; el bárbaro solo sabe emborracharse y peliar. 491 El indio nunca ríe, y el pretenderlo es en vano, ni cuando festeja ufano el triunfo en sus correrías; la risa en sus alegrías le pertenece al cristiano.