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Actualizado: 2 de junio de 2025
Y después de leerlo en un silencio entrecortado por su respiración jadeante, empezó á reir. Luego dijo en voz alta, con tono de admiración y regocijo: ¡Oh, las mujeres! ¿Quién podrá nunca luchar con las mujeres? Saludó el telegrafista, asintiendo á estas palabras, y sus ojos parecieron decir: «El gentleman tiene mucha razón.»
Esta seguridad la poseen todos los hombres, asintiendo á la objetividad de las sensaciones, esto es, á la existencia de los cuerpos, con asenso irresistible. El individuo y la sociedad necesitan esa fe; sin ella, la sociedad y la familia serian imposibles; el mismo individuo estaria condenado al aislamiento, y por tanto á la muerte.
Si los tuvierais, no vendríais aquí á comer ni enviaríais las mujeres que enviáis, que son... tú sabes lo que son tan bien como yo. Con asombro de Desnoyers, el alemán acogió esta rociada humildemente, asintiendo con movimientos de cabeza á las últimas palabras del patrón.
Hay radicados 8 europeos y 13 chinos, asintiendo, por término medio á las escuelas de 120 á 130 niños y otras tantas niñas, siendo 8 y 6 respectivamente los que hablan imperfectamente el español. A la estadística criminal dió 8 individuos.
La gente silbaba, me tiraban boteyas... hasta le fartaron a mi probe mare, ¡y tú tan contento!... ¡Cómo te divertirías, ¿he? sinvergüensón!... Su mirada de ebrio creyó ver temblar con estremecimiento de risa el brillo del hocico barnizado y la luz de los ojos de cristal. Hasta se imaginó que el cornúpeto movía el testuz, asintiendo a esta pregunta con una ondulación de su cuello colgante.
Conforme con estas ideas se mostraba Doña Francisca, asintiendo a todo, sin atreverse a contradecirla ni a oponer una sola objeción a tan juiciosos consejos. Sentíase oprimida bajo la autoridad que las ideas de Juliana revelaban con sólo expresarse, y ni la ribeteadora se daba cuenta de su influjo gobernante, ni la suegra de la pasividad con que se sometía.
»Se miraron uno a otro, y díjome después don Santiago muy conmovido: »Ni nosotros, pobres pecadores, le pediríamos a usted, llegado el caso, todo lo que nos ofrece... Aquí hay caridad, señora, gracias a Dios, aunque haya miramientos también, ¡y muchos miramientos!, que respetar, sin que se falte por eso a la ley divina...; pero ¿sabe usted, sabemos nosotros, si asintiendo a lo que usted desea y pide, y es muy natural que lo pida y lo desee, se avendría también nuestro hijo, con lo cual no contamos?
Asintiendo a estas discretas razones, Obdulia se despidió de su criada, persistiendo en irse de paseo, y la otra tomó el olivo presurosa hacia la calle de la Ruda, donde quería pagar deudillas de poco dinero. Por el camino pensó que le convendría ceder parte de la excesiva cantidad empleada en lotería, y a este fin hizo propósito de buscar al ciego moro para que jugase una peseta.
Dime, Martholl y se volvió hacia su amigo que se había sentado entre María Teresa y Diana, ¿Puede verse algo más hermoso, más encantador que este grupo de niñas? Se diría que están vestidas con pétalos de flores, tan delicados son los colores que llevan. Huberto se sonrió asintiendo, en tanto que su mirada contemplaba con manifiesta satisfacción el pequeño círculo.
Palabra del Dia
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