Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 19 de mayo de 2025
Á su voz entraron en la estancia tres cargadores con sendos fardos y permanecieron alineados cerca de la pared. Veamos si me devolvéis intacta mi hacienda, buscones. Número uno: un cobertor francés de pluma finísima, dos sobrecamas de seda labrada de damasco y veinte varas de terciopelo genovés. Aquí está todo, señor capitán. ¡Qué capitán ni qué niño muerto!
Díme cómo recorre este bosque llevando bajo el brazo un libro grande, pesado, con broches de hierro; y como este Hombre Negro y feo ofrece su libro y una pluma de hierro á todos los que le encuentran aquí entre los árboles, y como también todos tienen que escribir sus nombres con su propia sangre. Y entonces les hace una señal en el pecho. ¿Has encontrado alguna vez al Hombre Negro, madre?
Obvias son las razones que tengo para aconsejar este prudente disimulo, por parte de los poderes públicos, se entiende, y quedando á salvo la lengua y la pluma de cada ciudadano español, para devolver con creces agravio por agravio y para desahogarse hasta quedar satisfecho y pagado.
Sobre esta fotografía se eleva, surgiendo del marco e inclinándose sobre el retrato, una fina y dorada pluma de pavo real; y esta pluma es como un símbolo de esta mujer altiva, desdeñosa, con su eterno gesto de displicencia que perpetuó Velázquez, que perpetuó Carreño, que perpetuó Del Mazo. El segundo cuadro es una litografía francesa. Se titula La Música; representa una mujer que toca un arpa.
Porque la misma pluma se estremece en nuestras manos y se niega a estampar semejantes abominaciones.
El vasto edificio estaba sumido en el más profundo silencio, pues toda la servidumbre se había retirado a descansar, y sólo podía oírse el rasguear de la pluma sobre el papel. Larga fué la carta que escribió el Príncipe, y bastante tiempo tomó en leerla y hacerle algunas correcciones.
No en copia servil te arrojes por la senda que otro explora: con la pluma de tus hechos escribe una nueva historia. Madrid, 1880. Nació Alejandro; su potente lanza, al ronco grito de incesante guerra, cubrió de luto y ruinas y matanza cuanto entre el Ister y entre el Sindh se encierra.
Como Cervantes pintó con la pluma, Velázquez escribió con el pincel. Las aventuras de un pobre loco, unos cuantos cuadros, rescataron para la Patria la gloria perdida por los más altos poderes del Estado. AP
Pues entonces, prorrumpió Luisa, deje la pluma y charlemos un rato. Como ustedes gusten. ¿A qué no sabe usted de dónde venimos? De la iglesia; de las tiendas; vendrán de comprar perendengues y moños. ¡No! exclamaron a una. No acierto.... ¡Adivine usted!... dijo la morena. ¡Adivine usted!... repitió la rubia. No acierto, señoritas.... ¿Oyes, Luisa? ¡No acierta!
Siendo ya general la sublevacion, se experimentaron trágicos ó inauditos sucesos, para cuya descripcion era necesario sudase sangre la pluma, y fuesen los caracteres nuestras lágrimas.
Palabra del Dia
Otros Mirando