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Y en esa triunfal apostura adelantábase por el salón de Mariana de La Treillade, a quien saludó con una ligera e irónica inclinación de cabeza, depositando en las hermosas manos de su prometida una enorme caja de chocolatines: la manera de hacerle la corte fue este día bastante singular, pues consistió en comer, a los atónitos ojos de aquellas señoritas, una cantidad disparatada de las susodichas golosinas, y estimulado por las risas de admiración de la interesante galería, perseveró con su aire siniestro y frío en tan culto juego hasta verle el fondo al descomunal cartucho, no sin que abrigara serias inquietudes acerca de sus probables consecuencias, pero había espantado a aquellos serafines: era, pues, dichoso.

22 Mas ayudado del auxilio de Dios, persevero hasta el día de hoy, dando testimonio a pequeños y a grandes, no diciendo nada fuera de las cosas que los profetas y Moisés dijeron que habían de venir: 26 Pues el rey sabe estas cosas, delante del cual también hablo confiadamente. Pues no pienso que ignora nada de esto; pues no ha sido esto hecho en algún rincón.

Dada la emoción e intensidad de sus obras religiosas, no tememos el menor motivo para dudar de la sinceridad del movimiento que llevó a Lope al sacerdocio, aunque su inquieto espíritu no le haya permitido perseverar por mucho tiempo en aquella estrecha vía, como no perseveró en cosa alguna que no fuera abandonarse a la torrencial espontaneidad de su temperamento.

6 Me hice estanques de aguas, para regar de ellos el bosque donde crecían los árboles. 7 Poseí siervos y siervas, y tuve hijos de familia; también tuve posesión grande de vacas y ovejas, sobre todos los que fueron antes de en Jerusalén. 9 Y fui engrandecido, y aumentado más que todos los que fueron antes de en Jerusalén; a más de esto perseveró conmigo mi sabiduría.

Además, su celibato no es más que una vida religiosa... Precisamente confirmó el cura. La historia nos enseña que si la Princesa Isabel ganó su causa, no perseveró en su deseo de celibato mundano. Rompiendo con aquella vida neutra que afligía al Papa, se hizo monja, y murió siéndolo.

El obispo sería hospedado en casa de los señores de Roldan los tres o cuatro días que estuviese en Villalegre. Doña Inés, por tanto, pensando en los preparativos y en todos los medios que había de emplear para hacer con lucimiento recepción tan honrosa, perseveró en refrenar su ira contra Juana la Larga, a quien imaginaba seductora de su padre.

A me han puesto en él no qué deseos de venganza, que tienen fuerza de turbar los más sosegados corazones; yo, de mi natural, soy compasivo y bien intencionado; pero, como tengo dicho, el querer vengarme de un agravio que se me hizo, así da con todas mis buenas inclinaciones en tierra, que persevero en este estado, a despecho y pesar de lo que entiendo; y, como un abismo llama a otro y un pecado a otro pecado, hanse eslabonado las venganzas de manera que no sólo las mías, pero las ajenas tomo a mi cargo; pero Dios es servido de que, aunque me veo en la mitad del laberinto de mis confusiones, no pierdo la esperanza de salir dél a puerto seguro.

Con este perseveró desde entonces, y el nuevo nombre contribuyó á que se desvaneciese del todo en los siglos sucesivos el recuerdo de una poblacion tan novelesca por su orígen, tan interesante por las escenas en ella ocurridas, tan maravillosa en todo: que habia rivalizado con las mas famosas ciudades orientales y sostenido dignamente el paralelo con los soberbios palacios de los reyes Ninivitas, Achemenios, Sassanidas y Abassidas.

Este Estatuto, acordado en 5 de marzo de 1298, perseveró hasta el año de 1366, y aunque nada nos dicen los cronistas cordobeses de los efectos que produjo, debemos sospechar que no sería ineficaz considerada la cuantía de la pena pecuniaria que se echaba encima el que se deslizaba en la via de las ofensas personales, pues ademas de ser en todos tiempos el bolsillo el mejor fiador de la probidad legal de los hombres vulgares, era tal el lujo introducido en las mesas en aquella época, que para que un yantar se reputase bueno y cumplido, habia de costarle al prebendado incurso en semejante pena por lo menos la renta de medio año.