Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 15 de junio de 2025
6 ¿No se venden cinco pajarillos por dos blancas? Pues ni uno de ellos está olvidado de Dios. 7 Y aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis pues; de más estima sois que muchos pajarillos. 8 Y os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres, también el Hijo del hombre le confesará delante de los ángeles de Dios;
Era una cálida mañana de verano. La sombra de los árboles de ramas extendidas como una inmensa cortina tamizaba los rayos del sol, la atmósfera tibia y húmeda tenía una dulzura penetrante, hundíanse los pies blandamente en el espeso musgo que algodonaba el suelo, y solamente los pajarillos ponían sus notas melancólicas y tiernas en el silencio de los bosques.
A veces, una red oculta entre los adornos de la banderilla, salían unos pajarillos y se echaban a volar. ¿Quién sería el primero a quien se le ocurrió la idea de producir este notable contraste? No tendría, por cierto, intención de simbolizar a la inocencia indefensa, alzándose sin esfuerzo sobre los horrores y las feroces pasiones de la tierra.
Además, tengo placer en oir cantar á los pajarillos bajo mi soto de ojaranza, y en edificar mi catedral en las nubes que pasan. Todo esto puede ser muy ridículo; pero me atrevo á recordarle que estas ilusiones son los tesoros del pobre, que el señor y yo no tenemos otros, y que tenemos la singularidad de no quejarnos.
Los tristes pajarillos gorjearon durante algunos minutos uno o dos trinos plañideros, emprendiendo luego el vuelo hacia la parte de Saint-Point, delante de nosotros.
¡Oh, tortura espantosa! ¡Tortura realmente oriental! No podía llevarme a la boca un pedazo de pan sin recordar a los descendientes de Ti-Chin-Fú, pidiendo de comer, como pajarillos sin plumas que abren en vano el pico y pían en un nido abandonado.
Ya verá V. qué bien le va tirando con cualquiera de estas escopetas á las pacíficas y enamoradas perdices que acuden al reclamo en la estación del celo. Á pesar de nuestra edad, hemos de emplearnos todavía, si V. no se opone, en algunas cosas harto infantiles. Hemos de volver al Pozo de la Solana, como hace cuarenta años, á cazar colorines y otros pajarillos, ya con la red, ya con liga y esparto.
El agua del Pozo de la Solana forma un arroyo claro y abundante, donde vienen a beber todos los pajarillos de las cercanías, y donde se cazan a centenares por medio de espartos con liga, o con red, en cuyo centro se colocan el cimbel y el reclamo. Allí recordé mis diversiones de la niñez, y cuantas veces había ido yo a cazar pajarillos de la manera expresada.
Yo para vos, los pajarillos nuevos, Diversos en el canto y los colores Encerraba, gozoso de alegraros; Yo plantaba los fértiles renuevos De los árboles verdes, yo las flores En quien mejor pudiera contemplaros, Pues á los aires claros Del alba hermosa, apenas Salistes, Carlos mío, Bañado de rocío, Cuando, marchitas las doradas venas El blanco lirio convertido en hielo, Cayó en la tierra, aunque traspuesto al cielo. ¡Oh, qué divinos pájaros agora, Carlos, gozáis, que con juntadas alas Discurren por los campos celestiales En el jardín eterno!... .»
Un dolor inmenso, agudo, cruel palpitaba sólo en aquella estancia, y unos ojos fijos, atónitos, sin lágrimas, reflejaban los átomos de claridad que aún vagaban perdidos por el ambiente. ¿Cuánto tempo permaneció así? Los pajarillos que vinieron a posarse a la madrugada sobre los hierros de los balcones acaso pudieran dar respuesta.
Palabra del Dia
Otros Mirando