Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 28 de junio de 2025
Entonces, señor cura, suplico a usted dos letras para la abuela... Sería capaz de no creernos... Esperen ustedes dijo el cura lleno de condescendencia. Cogió una tarjeta y escribió debajo: «¿Por qué impedir el vuelo de un pajarillo? Hay más grandeza verdadera en lanzarse por encima de lo convencional que en permanecer obstinadamente atado a lo vulgar... »Todos mis respetos.»
El contraste entre la prodigiosa opulencia del templo y los harapos de la pobre suplicante; entre la persistente durabilidad de aquellos miles de santos con vestiduras de oro, y la fragilidad de ese pequeño ser sin esperanza, era cruel y aplastador. La mujer seguía arrodillada, repitiendo en vano y obstinadamente sus oraciones.
Sígame Vd. y calle: si quiere hacerlo por buenas, se lo agradeceré; si no... después hablaremos, o podrá usted resolver lo que guste. Doña Martina comprendió que convenía ceder. Si se oponía obstinadamente al capricho de Paz, nada lograría en aquel momento; y si luego contaba lo sucedido a su padre, de fijo, enemistada ya con la señorita, ésta la haría saltar pronto de la casa.
Las «potencias» fingían ignorar esta vecindad, procuraban colocarse en sus asientos de tal modo que sólo presentasen al lado contrario la punta de un hombro, y cuando más se alborotaba el bando de los «pingüinos», riendo de una noticia o admirando un objeto raro, ellas miraban obstinadamente al cielo o al mar con una indiferencia inconmovible.
Reconocieron los comandantes de los rebeldes, Ingaricona y Sanca, tan ventajosa situacion, y se suscitó entre ellos la disputa sobre si convendria ó no emprender el ataque: resistíalo el segundo contra los deseos y esfuerzos del primero, que queria obstinadamente se acometiese, considerando el poco número que se le oponia, que aun creyeron menor de lo que realmente era, por haber mandado á la infanteria se sentase para esperar el momento del combate: disposicion que certificó al enemigo en su opinion, y se persuadió que los bultos que se divisaban eran las cargas de equipaje, colocadas de aquel modo para que sirviesen de resguardo al impulso de las piedras de sus hondas.
Cerca del anochecer vió pasar á un jinete solo, que bajaba la cabeza obstinadamente. Era Ricardo Watson. Se dió cuenta, por su traje cubierto de polvo y por el aspecto de su cabalgadura, que no venía del entierro como los otros.
No te has vengado, por instinto de conservación, por miedo al presidio y a todos los castigos inventados por la sociedad; has tenido miedo, a pesar de tu indignación, y ese miedo lo truecas en crueldad para el ser más débil. Tu cólera sólo cae sobre la hija.... Vamos, Esteban; eso no es digno de un padre. El Vara de palo movía obstinadamente la cabeza. No me convencerás; no quiero oírte.
Habrá gentes que duden de este hecho confesado y publicado por él mismo; pero es auténtico, como lo son las extravagancias y rarezas sangrientas que el mundo civilizado se ha negado obstinadamente a creer durante diez años.
Sus ojos, pálidos y sin expresión, nos miraban obstinadamente a través de los mechones de cabello y detallaban de pies a cabeza el traje de Luciana, indiferentes, al parecer, al gemido casi continuo de la moribunda. En el silencio de la choza, llegaba hasta nosotros la voz de Elena: ¿Vienen alguna vez a visitarla a usted las hermanas de la Celle? Cuando tienen tiempo... muy de tarde en tarde...
En su primera mocedad, y, a pesar de su cojera, había gozado de mejor salud relativa, y había podido pasar largas temporadas en Viena, asistiendo a las aulas y dedicándose al estudio. Empeoró después su salud y se encerró tan obstinadamente en el castillo, que nunca salía de él y acompañaba siempre a su madre.
Palabra del Dia
Otros Mirando