Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 27 de julio de 2025
Muchas niñas bonitas de Londres sienten en la actualidad una secreta admiración por algún joven gañán o un caballerizo buen mozo de la posesión de su padre, encerrándose la gravedad de este amor no declarado en la completa imposibilidad de su realización.
Para entrar en la casa y en el sagrado tabernáculo de su alcoba, ya tienes las llavecitas que has forjado, gracias al molde de cera que te traje. ¡Oh, dichoso, mil veces dichoso niño! Ya sabes que la doña María duerme en aquella alcobaza de la derecha y las tres niñas en un cuarto interior. La sala y dos piezas más separan un dormitorio de otro: no hay peligro ninguno.
Isidorito, aunque nada simpático, infundía general respeto por su fama de estudioso y sensato: así que la mayoría de las niñas y pollos se contentaron con ponerle en berlina por «demasiado serio», por «tener poco pelo», por «bailar muy mal», por «estudiar con exceso», por «gastar levitas muy largas», etcétera; pero al llegar a la señorita de Mory, ésta, que esperaba con impaciencia su turno, le puso en berlina con fruición nada disimulada, por «muy pesado de cabeza y ligero de estómago». Isidorito, al tener noticia de las causas por que le habían puesto en berlina, conoció con dolor de dónde partía aquella saeta envenenada, pero no tuvo ánimos para manifestarlo y prefirió guardar sobre este punto un silencio noble y prudente al mismo tiempo.
En el paraíso del Teatro Real, adonde iban un par de veces por semana, tenían estas dos niñas finas su círculo de mozuelos galanteadores y estudiantes y empleados de esas categorías ínfimas que rayan en lo microscópico.
Cuando Stein llegó al convento, toda la familia estaba reunida, tomando el sol en el patio. Dolores, sentada en una silla, remendaba una camisa de su marido. Sus dos niñas, Pepa y Paca, jugaban cerca de la madre. Eran dos lindas criaturas, de seis y ocho años de edad.
Al anochecer, llegaron en un ómnibus las niñas, figurando como la capitana el Merengue de fresa. Todos la aclamaron reina de la función, así por su calidad de extranjera, como por ser la más hermosa, y, sin duda, la de más encumbrada jerarquía entre las de su oficio. Casi, casi, era una señorita.
Se las educaba en la inmodestia, de donde resultaba que estas tales niñas apenas podían esconder, bajo el barniz de la urbanidad, el desprecio que sentían hacia todo lo que fuera o pareciese inferior a la esfera en que ellas estaban.
En constancia de ello firmaban las actas los cuatro padrinos de un tenor. Publicadas las actas al siguiente día en La Mañana y en El Correo de las Niñas, ocupaban tres largas columnas, las tres primeras y de preferencia... Con ello, aumentó, si cabe, la popularidad del capitán Pérez en el pueblo del Tandil...
«Cesarina tiene dos años, y Susana nueve meses. Sin la ayuda de Dios, sería para mí bastante difícil la educación de estas cuatro niñas. «En mi casa tengo, además, una parienta, enferma de cuerpo y espíritu, a quien he de cuidar con la misma solicitud que a mis hijos: por manera que son seis criaturas las que tengo que atender. ¡Cuánto necesito, Dios mío, de vuestro auxilio!
Asaz melancólicos y de mal talante llegaron a sus animales caballero y escudero, especialmente Sancho, a quien llegaba al alma llegar al caudal del dinero, pareciéndole que todo lo que dél se quitaba era quitárselo a él de las niñas de sus ojos.
Palabra del Dia
Otros Mirando