Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 27 de noviembre de 2025
Más respeto a mis canas, niñas exclamó afligido el anciano . Si no fuera porque las he visto nacer, porque las he criado a mis pechos, porque las he cantado el ro-ro... Presentación haciendo gestos de delicada urbanidad, remedando a una persona que durante el paseo encuentra en la calle a un conocido, parose ante D. Paco, hizo una graciosa reverencia y le dijo: ¡Oh! Sr.
Sí, doña Manuela; Antonio y yo hace tiempo que pensarnos visitarla a usted y a las niñas; ¡pero estamos siempre tan ocupados...! ¡Vaya, vaya...! ¡Qué sorpresa...! ¡Cuánto me alegro de verla!
Primero se sorprendieron en masa, después parecía que se alegraban; por fin determináronse los sentimientos de recelo y suspicacia. La familia menuda de aquella casa se componía de cinco cabezas, dos niñas grandecitas, hijas de la primera mujer de Ramón, y los tres hijos de Benigna, dos de los cuales eran varones. Juanín se quedó pasmado y lelo delante del nacimiento.
Los ríos más orgullosos van a parar al mar, que es el pueblo; y de ese mar inmenso, de ese pueblo, salen las lluvias, que a su vez forman los ríos. De todo lo cual se deduce, marquesa, que te quiero como a las niñas de mis ojos. Vámonos dijo Isidora con fastidio.
Mi mamá nos ha visto dijo . Sr. de Araceli. Escápese usted, sálvese usted, pues todavía es tiempo. Subamos, y diciendo la verdad nos salvaremos los dos. En el corredor Presentación cayó de rodillas ante su madre que al encuentro nos salía, y exclamó con ahogada voz: Señora madre ¡perdón!, yo no he hecho nada. ¡Qué horas son estas de venir a casa!... ¿Y D. Paco, y las otras dos niñas?...
Otra preguntaba si valía el quinqué de petróleo. A las niñas que debían salir al portal con velas, se les pusieron los pañuelos de Manila llamados de talle, y la que tenía botas nuevas se las calzaba; la que no, salía como estaba, con las alpargatas llenas de agujeros. «No se quiere lujo, sino decencia» repetía Guillermina, que comunicaba su actividad febril a todos los vecinos y vecinas de la casa.
Esta, considerando que tenía ante sí a un interlocutor inteligente, quiso aprovecharlo. Se refirió a la alta educación que recibían las niñas en los liceos de París y criticó lo decorativo y superficial de la enseñanza en los colegios de Buenos Aires. Et même le Sacré Coeur ici, et même le Sacré Coeur, m'a t-on dit. Después se empeñó en comunicarle sus opiniones sobre el modernismo en el arte.
Mientras tanto, las niñas de Pajares, las de López el famoso bolsista y otras amiguitas posesionábanse de los balcones, convirtiéndolos en pajareras con su charla graciosa y sus ruidosas risas. La plaza era un mar multicolor de cabezas.
Te parezco feo, ¿verdad? Pues no tardarás en besar esta cara tan fea y tan negra. Y no temerás mancharte acercando á ella la tuya, blanca como la leche y suave como la manteca. Ya verás cómo debajo de esta capa de carbón hay un hombre que sabe tratar como se merecen á las niñas bonitas... Aquí Plutón soltó una formidable carcajada. Su triunfo le embriagaba. Demetria estaba muda.
Del Corazón de María... del Corazón de María respondió llevándose el dedito a la frente como para recapacitar. Aguarde usted un poco... ¿No es un colegio de niñas? Creo que sí. Pues debe de estar, me parece, en la calle de San José... ¿Sabe usted allá? ¡Si no he estado jamás en Sevilla! ¡Ah! Bien. Pues es muy fácil. No tiene usted más que seguir esta misma calle hasta la Alfalfa, ¿sabe?
Palabra del Dia
Otros Mirando