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La primera vez que la vio, en la primera visita que hizo a Körner, con motivo de enseñarle este ciertos planos y un presupuesto de una fábrica de productos químicos, gran proyecto del alemán; la primera vez que la vio, se quedó con la boca abierta, pasmado, sintiendo en la garganta hormigueos, y en todo su cuerpo una súbita juventud que no había tenido, propiamente hablando, en toda su vida. ¡Aquellas eran las carnes que él había soñado!

Hízosele por la tarde su entierro, y luego aquella noche vino á llamar á la puerta de la casa de su padre, y llamó á su marido, diciéndole: Ábreme, ¿no me conoces? Yo soy Isabel. Levantóse despavorido y asustado el marido, y abriendo la puerta la vió tan monstruosa que se quedó pasmado de asombro y espanto.

Pasmado el mercader le empozó á tratar con mas miramiento; y viendo Zadig que habia despertado su curiosidad, se la aumentó instruyéndole de varias cosas que no eran agenas de su comercio; de la gravedad específica de los metales y otras materias en igual volúmen, de las propiedades de muchos animales útiles, y de los medios de sacar fruto de los que no lo eran: por fin, le pareció un sabio, y en adelante le apreció en mas que á su camarada que tanto habia estimado, le dió buen trato, y le salió bien la cuenta.

Pasmado estoy de que un hombre como yo, jamás inclinado a fantasías ni figuraciones, haya estado por tanto tiempo... y a propósito de tiempo.... ¿en qué día vivimos? Vuelvo del país de la necedad, donde no rigen almanaques. Salvador le dijo la fecha, y Navarro prosiguió: No se han borrado de mi mente estos días tristes, pero la noción que tengo de ellos es muy oscura.

Acostumbre usted al niño a que lea los diarios y a que guarde recortes de los artículos que le interesen. A los veinte años sabrá más que toda su generación. Pero ya ve usted, doctor Trevexo, que el general no debe ser de su opinión; pocos hombres tienen más libros y papeles que él; un día que tuve el alto honor de verlo en su casa, salí pasmado de la copiosidad de su biblioteca.

Al cabo apareció. Paco, que venía muy fosco contra él, se quedó pasmado de la afabilidad, llaneza y dulzura de aquel elegante, cuyo igual o parecido no había visto jamás en su lugar; pero cuando subió de punto su pasmo fué cuando, después de referir precipitadamente lo ocurrido, notó el vivo interés y la emoción profunda que agitaban el alma del Conde y que se retrataban en su bello rostro.

D. Juan clavó una mirada puntiaguda en los ojos claros... y turbados de su afín; adivinó algo, echó sus cuentas en un segundo, y, tomando dos montones de plata, se los puso entre los dedos al pasmado Reyes, sin decir más que: Tome usted; son mil justos. Bueno, gracias. Mañana mismo.... Eso... allá usted. Y que Emma no sepa.... Por ahora no hace falta que sepa nada. ¿Cómo por ahora?

Se abrió la puerta de la alcoba, y antes que nada, Bonifacio oyó distinto, claro, el quejido sibilítico de un recién nacido. «¡Su propia carne volvía a nacer llorando!». ¡Un niño, tiene usted un niño, señor! gritaba Eufemia, que entraba como un torbellino y llegaba hasta tocar al pasmado Bonis, sin reparar en que estaba el señorito en camisa en mitad de la alcoba.

De ese modo, hablando de nuestro pleito fuera de la catedral, no es preciso que usted vaya a confesar muy a menudo, y nadie podrá decir si frecuenta o no frecuenta el sacramento demasiado; y además, podemos despachar más pronto la cuenta de los pecados y pecadillos, los días de confesión. El Magistral estaba pasmado de su audacia.

Andrés quedó pasmado de tal limpieza y facilidad. Ahora ; en marcha: ¡Arre, caballo! Los rucios emprendieron por la carretera un trote cochinero. Las vísceras todas del joven cortesano protestaron enseguida de aquel nefando traqueteo, y a cosa de un kilómetro clamaron de tal suerte, que se vio obligado a tirar de las riendas del caballo.