Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 10 de octubre de 2025
Bobart, muy corrido, emprendió el camino del castillo, murmurando: "Y ahora, ¿qué voy á hacer? ¿Conviene despertar á la señorita Guichard? ¿Conviene esperar á mañana para darle la fatal noticia?
Artegui se quedó mirándola tan fijamente, que Lucía sintió, digámoslo así, el peso y el calor de aquellos ojos en sus mejillas, y encendiose toda en rubor, murmurando: ¡Le cuento a usted cada tontería! Como no tenemos de qué hablar.... Seguía él escudriñando con la vista el franco y juvenil semblante, como una hoja de acero registra la carne viva.
Doña Clara salió, y la reina se quedó murmurando: Ve, ve á soñar con tu primer amor. ¡Dichosa tú que amas! ¡Dichosa tú que puedes amar! Y dos lágrimas asomaron á los ojos de Margarita de Austria, que tuvo buen cuidado de enjugarlas porque se sentían pasos en la cámara. Se abrió la puerta y apareció la camarera mayor; con ella venían la condesa de Lemos y la joven doña Beatriz de Zúñiga.
Está usted algo descompuesto y pálido. Muchos, apesar de la impresion, al ver la calma guasona del americano se rieron y Ben Zayb muy corrido volvió á su asiento, murmurando: No puede ser; verán ustedes como no lo hace sin espejos; tendrá luego que cambiar de mesa... Mr.
El rey se quedó removiendo el brasero y murmurando: Creo, Dios me perdone, que la duquesa me teme: bien haya el que me ha mostrado el camino; pero ¿quién será?¿El padre Aliaga?¡Bah! el padre Aliaga no se anda conmigo con misterios... ¿quién será?¿Quién será? Abrióse la puerta por donde había entrado poco antes la duquesa, y el rey se calló. Adelantó doña Juana, pero pálida y convulsa.
Y ya, en esto, se venía a más andar el alba, alegre y risueña: las florecillas de los campos se descollaban y erguían, y los líquidos cristales de los arroyuelos, murmurando por entre blancas y pardas guijas, iban a dar tributo a los ríos que los esperaban.
La mujer que los había contado recogió la mantilla y la desocupó en la gorra del pescador, murmurando hacia la que riñó con ella: Da gracias á la pena de esta infeliz, que si no.... ¿Qué se trae? preguntó el pescador á la reunión. Queso.... Vino.... Aguardiente.... Pan.... ¿Á quién hago caso yo?
No; soy feliz y afortunadamente salvada y vuelta al mundo, estoy aquí a tu lado en esta noche plácida en que todo parece hablarnos con el lenguaje del amor. ¿No te imaginas oír a los ángeles murmurando palabras parecidas a las nuestras? Y enmudeció, como queriendo escuchar las fantásticas voces del espacio.
Pero su ingenua confianza reaparecía con la aurora siguiente; y ya sin el recuerdo del desencanto pasado, murmurando: Es hoy cuando vendrá, volvía a ceñirse la corona y el velo y a sonreír en espera del prometido.
Un húmedo soplo, que de vez en cuando movía las hojas de los árboles y parecía subir de las profundidades del bosque iba murmurando en sus mismos oídos: «¡No será para ti!...» De pronto, la presencia de un roble joven y robusto, que elevaba a los cielos su tronco recto y liso, le recordaba a su hijo Simón y le hacía avergonzarse de su vuelta al egoísmo.
Palabra del Dia
Otros Mirando