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Y esto le pasó a Santiago cuando ya le cabían en la mollera pensamientos de cierto linaje. El primer paso le costó lo indecible; pero le dio como un valiente, y se conformó con que Ramona tomara en cuenta la insinuación sin mostrarse agraviada. Pero le advirtió que no insistiera mientras ella no lo autorizara de algún modo bien explícito.

26 Las bendiciones de tu padre fueron mayores que las bendiciones de mis progenitores: hasta el término de los collados eternos serán sobre la cabeza de José, y sobre la mollera del Nazareo de sus hermanos. 27 Benjamín, lobo arrebatador: a la mañana comerá la presa, y a la tarde repartirá los despojos.

Luego, adivinando lo que el nieto parecía decirle con la mirada, continuó entre gimoteos: Los tesoros de la reina de España quisiera tener yo, para dártelos. Pero soy pobre, más pobre que las ratas. El tío Polo se ha metido en la mollera que tengo mi gato oculto, y apenas ahorro dos pesetas, me las saca, y cuando no las tengo, me pega. Si una no estuviese hecha a todo, sería caso de morirse.

Ni un soplo de brisa, ni nada que desdijese de la apacibilidad profunda y soñolienta del ambiente. Caído el pañuelo y recibiendo a plomo el sol en la mollera, miraba Amparo con gran interés el espectáculo que el paseo presentaba. Señoras y caballeros giraban en el corto trecho de las Filas, a paso lento y acompasado, guardando escrupulosamente la derecha.

Pues bien, amigo y Padre: por mi bendito primo y por un tal Rufete que sería igual a mi primo si no fuera más exagerado, más vacío de mollera y de peores intenciones, que en una reunión semi-secreta que varios patriotas tienen en la plaza de San Javier han acordado dar un susto a Vuestras Paternidades.

En su cerrada mollera no entraban ni podían entrar otras luces sobre el santo ejercicio de la caridad; no comprendía que una palabra cariñosa, un halago, un trato delicado y amante que hicieran olvidar al pequeño su pequeñez, al miserable su miseria, son heroísmos de más precio que el bodrio sobrante de una mala comida. ¿Por ventura no se daba lo mismo al gato?

Adiós, gente grave y orgullosa, traviesa y jovial, fecunda en artificios y trazas, tan pronto sublime como vil, llena de imaginación, de dignidad, y con más chispa en la mollera que lumbre tiene en su masa el sol.

PELAYO. Baúl cuando al Badil matar quería. SANCHO. David, su yerno era. PELAYO. ; que en la igreja predicaba el cura Que le dió en la mollera Con una de Moisén lágrima dura A un gigante que olía. SANCHO. Golías, bestia. PELAYO. El cura lo decía. Acaba el REY de escribir. REY. Conde, esa carta cerrad. ¿Cómo es tu nombre, buen hombre?

Ha perfectísimo entre los mundos, ¿adonde estás? ¿y de qué enfermedad ha muerto? ¿ha sido por ventura de la pesadumbre de verme echar á patadas de la soberbia quinta de su padre? No por cierto, dixo Panglós, sino de que unos soldados bulgaros le sacáron las tripas, despues que la hubiéron violado hasta mas no poder, habiendo roto la mollera al señor baron que la quiso defender.

De aquí también que la sangre que mancha la conciencia lave el honor hasta dejarlo limpio, y sean llamados a resolver casos de honra hombres que jamás conocieron la vergüenza: Eacos, Minos y Radamante, vacíos de mollera o cargados de picardías, que sólo por deficiencias del Código no llevan otra cadena que la que les sujeta el reloj en el chaleco.