United States or Myanmar ? Vote for the TOP Country of the Week !


Unas veces el escualo se quedaba abajo para siempre, enredado en una madeja de culebras blandas que le absorbían con glotona lentitud; otras llegaba á la superficie con la piel erizada de negros tumores huellas de unas ventosas grandes como platos , pero llevando el estómago bien repleto de carne gelatinosa.

Pacían con una tranquilidad bucólica en los céspedes marítimos, contemplados de lejos por las almejas, las ostras y otros bivalvos adheridos á las rocas por una madeja de seda dura y córnea que envolvía sus encierros.

Tras, tras, tras, sonaban los cascabeles, con lento giro, consumiendo en forma de hilo moroso la abultada y sucia madeja de las horas nocturnas, que forzosamente había que hilar y devanar. Después de lo que Apolonio calculó como una eternidad de silencio, se atrevió a decir: No conozco la topografía de la provincia, porque no soy indígena. Ignoro a que distancia está Inhiesta.

Era una lucha de tigre contra rata... Cuando el cangrejo tenía ya medio cuerpo oculto entre los verdes líquenes de un agujero, cayó sobre su posterior una de las pesadas serpientes, arrancándolo con el tirón irresistible de sus ventosas, haciéndole desaparecer entre la madeja de tentáculos. ¡Ah! suspiró Freya, echándose atrás como si fuese á desmayarse sobre el pecho de Ulises.

Carlos se calló, vencido y contento. La madeja estaba devanada, pero el joven permanecía a los pies de su madre adoptiva, apoyado en su butaca como cuando siendo pequeño, venía a que le hiciera mimos. Liette, tiernamente maternal, jugaba distraídamente con los dorados del uniforme. Decididamente, ¿irás a Argicourt? ¿Te da miedo la linda castellana?

Don Eleazar era ante todo un especulador; en su casa de comercio no se compraba ni se vendía sino papeles de Bolsa. De cuando en cuando, para variar, solía comprar algún gran pleito, y con la paciencia y la tenacidad de un israelita perseguía su gestión por todas las instancias, hasta liquidar y desenredar la madeja litigiosa a fuerza de dinero y de procuradores traviesos y experimentados.

Ya les he hablado de mi prometida; suficientemente, me parece. Nuestras relaciones, con sus altibajos de confianza o de temor, de esperanza o de abatimiento, formaban una madeja demasiado complicada para que mis manazas pesadas pudieran desenredarla.

Pues bueno; hablando con el señor gobernaor de nuestros asuntos, le dije con franquesa lo que había, que el escribano tiraba de mucha gente y que la madeja estaba muy enredá; hasía farta que él pujase desde arriba hasta echar los higados para que saliésemos adelante. «¿Sabe usté, alcarde, lo que se me ha ocurrió hase un momento?, me dijo.

En el centro, medio arrodillada, esta la quinta ordenando o recogiendo paquetes de lana desparramados por el suelo, y al fondo, en otra segunda estancia de piso realzado, en una atmósfera más clara que la de la acción principal, envuelta en los rayos del sol que penetran por la izquierda, hay dos damas de gentil talante entretenidas en examinar un tapiz colgado del muro y otra que mira de frente como atraída por la hermosura de la trabajadora del primer término que desenreda la madeja de la devanadera.

Pon, ¡oh miserable y endurecido animal!, pon, digo, esos tus ojos de machuelo espantadizo en las niñas destos míos, comparados a rutilantes estrellas, y veráslos llorar hilo a hilo y madeja a madeja, haciendo surcos, carreras y sendas por los hermosos campos de mis mejillas.